La Asamblea General de Naciones Unidas adoptó ayer por abrumadora mayoría una resolución en la que pide a Rusia un «cese inmediato» de las hostilidades y ataques contra la población e infraestructura civil de Ucrania. Bolivia se encuentra entre los Estados que se abstuvieron de votar con segunda vez consecutiva.
La resolución, propuesta por Francia y México, ha sido aprobada por 140 votos a favor, cinco en contra y 38 abstenciones. Rusia y sus aliados -Bielorrusia, Corea del Norte, Eritrea y Siria- han votado en contra, mientras que países como Argelia, Bolivia, China, Cuba, El Salvador, India, Irán, Kazajistán, Nicaragua, Pakistán y Uganda se han abstenido.
En primera instancia, París y Ciudad de México intentaron presentar el documento ante el Consejo de Seguridad, donde no lograron los apoyos necesarios, si bien se logró que decenas de países se adhirieran a su patrocinio para presentarlo ante la Asamblea General.
En las disposiciones, además del «cese inmediato» de las hostilidades, se exige a Rusia la protección de los civiles, incluido el personal humanitario, los periodistas o los colectivos más vulnerables, según recoge Naciones Unidas.
Para ello, se insta a la implementación de corredores humanitarios seguros que garanticen el «acceso irrestricto al personal y suministros humanitarios», a la par que se asegure la protección de los civiles que huyen de zonas de conflicto.
Durante el debate de la resolución, el embajador de Ucrania ante la ONU, Sergei Kislitsia, acusó a Moscú de iniciar una «guerra no provocada e injustificada» que ha «dividido en dos partes» la vida de millones de ucranianos.
En respuesta, el embajador ruso ante Naciones Unidas, Vasili Nebenzia, ha acusado a Kiev de intentar trasladar una «imagen falsa y unidimensional» del conflicto dejando de lado ciertas causas de la invasión.
Además, criticó que Occidente usa a Ucrania como parte de un «juego geopolítico contra Rusia» y ha instado a las naciones «con mentalidad correcta» a que apoyara la propuesta de Sudáfrica en vez de la de Francia y México, pues, según él, la sudafricana se desmarcaba de elementos políticos.
Esta propuesta también pedía el fin de las hostilidades, si bien es cierto que no mencionaba en papel de Rusia en el conflicto. De hecho, el representante sudafricano, Mathu Joyini, lamentó que las divisiones políticas ponen de manifiesto que la respuesta humanitaria es secundaria a los intereses políticos.
«Lo que debemos hacer con urgencia es actuar como comunidad internacional para acabar con la guerra. La guerra no tiene ganadores, los héroes son quienes trabajan por la paz», aseveró Joyini.
También en el marco del debate, el jefe de la delegación de la Unión Europea, Olof Skoog, ha tildado como «desgarrador» el contexto humanitario en Ucrania, que se suma a otras crisis como las de Afganistán, Siria, Yemen, Etiopía o Sudán.
«En lugar de unirse a los esfuerzos internacionales para curar las heridas existentes, Rusia está abriendo otras nuevas», reprochó Skoog a Moscú.
A la hora de explicar su voto, varias naciones de las que se han abstenido han lamentado que la propuesta se centrase más en las cuestiones políticas que en las humanitarias.
Este es el caso de Brasil, cuyo embajador, Ronaldo Costa, admitió su preferencia por otro texto centrado «plenamente» en el aspecto humanitario «con consultas amplias» y no un documento basado en un «lenguaje divisivo».
En la misma línea se han manifestado otros países como Irak, Jordania, Irán, Laos o India. Por su parte, China, quien ha firmado otra de las más notorias abstenciones, ha coincidido con Nebenzia en que la propuesta sudafricana era más propicia.
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ya votó en contra de una resolución propuesta por Rusia sobre la situación humanitaria en Ucrania. Además, la Asamblea General de Naciones Unidas también adoptó a principios de marzo una resolución de condena a la invasión de Ucrania, en una sesión especial de emergencia -la undécima del organismo en su historia-. (Europa Press)
Estados Unidos responderá si Moscú usa armas químicas
Bruselas.- El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, aseguró ayer que si Rusia usa armas químicas en su invasión a Ucrania, Estados Unidos responderá.
“Responderíamos si las utiliza. La naturaleza de la respuesta dependería de la naturaleza del uso”, dijo Biden en una conferencia de prensa en Bruselas, según recogió Reuters.
“Responderemos si las usa (armas químicas), pero la naturaleza de la respuesta dependerá de la naturaleza del uso”, declaró en rueda de prensa en la sede de la OTAN tras la cumbre extraordinaria de los líderes aliados y la cumbre del G7.
Sin querer desvelar si este paso provocará una intervención militar de la OTAN, el presidente estadounidense ha asegurado que se tomará la decisión llegado el momento.
Sobre las sanciones económicas contra Moscú, Biden instó en que las medidas «no disuaden» a Putin de seguir la acción militar contra Ucrania, sino que el objetivo es incrementar el coste de la ofensiva. «Hay que estar seguro de que después de un mes hay que sostener las medidas, pero no este mes o el siguiente, sino todo lo que queda de año, eso es lo que le parará (a Putin)», ha defendido.
En todo momento, Biden ha tenido palabras de reconocimiento para los socios europeos de la OTAN, al defender que la organización militar «nunca, nunca ha estado tan unida como en este momento», asegurando que Norteamérica y Europa deben seguir demostrando este nivel de firmeza y unidad, publicó Europa Press.
«Putin apostaba a que la OTAN se dividiría y no pensaba que podíamos mantener este nivel de cohesión. Está consiguiendo justo lo contrario de lo que esperaba», indicó.
Con respecto al papel de China en el conflicto ucraniano, el mandatario norteamericano ha esgrimido motivos económicos para concluir que espera que Pekín no ayude a Rusia en la contienda. «China entiende que su futuro económico está más vinculado a Occidente que lo está a Rusia, espero que no se implique (en la guerra)», resumió. (Agencias)