La oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en Turquía ha expresado su «profunda tristeza» por las «trágicas consecuencias» del terremoto y ha trasladado sus condolencias a los familiares de las víctimas.
«ACNUR está junto a Turquía en estos momentos difíciles y sigue comprometido a la hora de apoyar a las autoridades turcas en la respuesta a esta situación», señaló.
La oficina del organismo en Siria mostró también su profunda tristeza por la pérdida de vidas y dijo que está coordinando de forma activa una respuesta con agencias de la ONU y otros actores humanitarios para entregar asistencia y apoyo a los necesitados en Siria.
Asimismo, el enviado especial de Naciones Unidas para Siria, Geir Pedersen, mostró su consternación por la trágica pérdida de vidas y la destrucción en ambos países. «Condolencias a todos los afectados, entre ellos muchas familias que ya sufrieron enormemente y desde hace mucho. Estamos totalmente comprometidos en solidaridad y apoyo», dijo su oficina a través de su cuenta en la red social Twitter.
Por su parte, la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) se mostró impactada por el devastador terremoto que golpeó a Turquía y Siria en el pico de un duro invierno.
«Nuestros equipos están analizando los daños a través de la Evaluación y Coordinación de Desastres de Naciones Unidas (UNDAC) y los equipos de búsqueda y rescate están preparados para su despliegue», apuntó a través de Twitter.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, confirmó que más de mil personas murieron y más de 5.300 resultaron heridas. Además, las autoridades sirias han confirmado más de 370 muertos y 1.089 heridos en las zonas bajo su control, mientras que unas 220 personas fallecieron y cerca de 420 resultaron heridas en las zonas controladas por los rebeldes en las provincias de Idlib y Alepo, en el noroeste del país árabe, según indicó la Defensa Civil de Siria, conocidos como cascos blancos. (Europa Press)