El alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Turk, llamó a la comunidad internacional a actuar cuanto antes para solventar la actual crisis en Haití, un país que está al borde del abismo por una sucesión de emergencias que van desde lo político a lo humanitario, pasando por la creciente inseguridad.
“La gente muere tiroteada por armas de fuego, porque no tienen acceso a agua potable, comida, atención sanitaria, porque las mujeres son violadas en grupo con impunidad”, advirtió Turk, al hacer repaso de la situación de un país donde la situación sigue sin tocar fondo. “No podemos repetir los errores del pasado”, señaló.
La aparición de un brote de cólera se han registrado ya más de 2.600 casos y el recrudecimiento de la violencia, especialmente en la región metropolitana de Puerto Príncipe, fueron sólo dos de los últimos frentes que debe combatir ahora el país más pobre del hemisferio occidental. Sólo en una semana de octubre, murieron asesinadas más de 70 personas fruto de la acción de bandas armadas.
La actividad de estos grupos se ha traducido también en bloqueos de combustible y de ayuda humanitaria, en un momento en el que 4,7 millones de personas, casi la mitad de la población, se enfrenta a graves niveles de inseguridad alimentaria. La ONU detectó por primera vez en Haití niveles extremos de desnutrición, equiparables a situaciones de hambruna.
Para Turk, existe también «una necesidad desesperada de atajar las causas subyacentes de la desigualdad y la violencia, entre ellas la corrupción
sistemática y la impunidad rampante que han lastrado el desarrollo del país durante décadas».
PROTESTAS Y MIGRACIONES
La espiral de crisis alimentó también el descontento social, con protestas que evidenciaron el malestar por el aumento de los precios o la inseguridad. Al menos 54 personas murieron en el marco de estas movilizaciones, la mayoría víctimas de un uso desproporcionado de la fuerza por parte de la Policía, según la ONU.
Turk recordó que las fuerzas de seguridad deben respetar los principios de precaución, necesidad y proporcionalidad en todas sus actuaciones y, al mismo tiempo, ha reclamado investigaciones rápidas, completas y efectivas para que aquellas personas que hayan podido cometer abusos rindan cuentas.
Naciones Unidas considera que las violaciones sistemáticas de derechos en Haití no permite por ahora un retorno seguro, digno y sostenible de los miles de haitianos que salieron del país, por lo que Turk ha pedido a los gobiernos de la región que garanticen la protección de estos migrantes, independientemente de las razones de su huída.
También se ha expresado en el mismo sentido el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), Filippo Grandi, que calificó de extremadamente frágil la situación de Haití y, por tanto, desaconsejó cualquier retorno forzado.
En este sentido, la agencia advirtió que enviar a alguien en contra de su voluntad a un país donde puede ser perseguido, torturado o sufrir algún tipo de daño irreparable supone una violación de acuerdo al Derecho Internacional. Asimismo, ha recordado que este mismo Derecho prohíbe las deportaciones colectivas.
ACNUR instó de hecho a revisar las solicitudes de asilo presentadas por haitianos y rechazadas en los últimos años, en la medida en que su resultado ahora podría ser otro ya que las circunstancias han cambiado. (Europa Press).