El representante de la ONU hizo esas declaraciones en una entrevista concedida a Sky News, cuando se encontraba de visita en la provincia turca de Kahramanmaras, epicentro del sismo de 7,7 que sacudió el sureste de Turquía y el noroeste de Siria.
En medio del desastre aplaudió el esfuerzo de la comunidad internacional, con decenas de países ofreciendo ayuda a Turquía, y pidió al gobierno de Damasco que dé más pasos para apoyar a las zonas opositoras luego de autorizar la llegada de ayuda humanitaria internacional.
En Siria, inmersa en una guerra civil desde hace 12 años, el sismo golpeó zonas gubernamentales, pero también otras en manos de la oposición.
En territorio turco, las autoridades contabilizaron hasta el momento 29.605 fallecimientos y más de 80.000 heridos, lo que convierte a los sismos registrados esta semana en los más devastadores desde 1939.
En Siria, el balance de muertos se sitúa hasta ayer en 3.575 y el de heridos ronda los 5.300, registrados en su mayoría en las áreas opositoras del noroeste del país árabe, donde el grupo de rescatistas Cascos Blancos dio por finalizada la búsqueda de supervivientes. (Infobae).