“Desde el 10 de noviembre, 17 hombres fueron ejecutados, por actos descritos como delitos de drogas y contrabando, con tres ejecuciones el lunes”, señaló la portavoz del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Liz Throssell.
De la misma manera recalcó que el reinicio de las ejecuciones por delitos de drogas en Arabia Saudita es un paso muy lamentable, especialmente cuando llega días después de que una amplia mayoría de los estados en la Asamblea General de la ONU pidieran una moratoria mundial a la pena capital.
“Dado que las ejecuciones sólo son confirmadas una vez que tienen lugar en Arabia Saudita, no tenemos ninguna información sobre cuánta gente está en el corredor de la muerte”, manifestó. Dijo, también que existe información que revela como en una jornada hay “en riesgo de ejecución inminente”.
Throssell subrayó que el caso de este hombre, Husein abu al Jeir, fue abordado por el Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias, que determinó que su arresto fue arbitrario al carecer de base legal y ante las graves preocupaciones sobre su derecho a un juicio justo.
“Pedimos al Gobierno saudí que detenga la inminente ejecución de Al Jeir y que cumpla con la opinión del grupo de trabajo y retire su condena a muerte, le libere de forma inmediata y sin condiciones y garantice además que recibe atención médica, compensación y otras reparaciones”, argumentó.
Por último, reiteró que imponer la pena de muerte por delitos de drogas es incompatible con las normas y estándares internacionales y reclamó a Riad que adopte una moratoria formal sobre las ejecuciones por delitos de drogas, que conmute las penas de muerte por delitos de drogas y que garantice el
derecho a un juicio justo a todos los acusados, incluidos los imputados por estos delitos, en línea con sus obligaciones internacionales”. (Europa Press).