«Si los países esperan a que sus hospitales empiecen a llenarse, será demasiado tarde. No esperen. Actúen ahora», ha sostenido el director general de la organización, Tedros Adhanom.
Este mensaje también lo ha adoptado la doctora Maria Van Kerkhove, epidemióloga de la OMS, y recalcó que no se debe reaccionar en enero o febrero y ensalzó «la utilización de herramientas de salud pública de eficacia probada para reducir la transmisión». «La situación sigue siendo muy diversa en todo el mundo y (la variante) delta sigue siendo dominante a nivel mundial», ha destacado.
Hasta el momento, el director general de la OMS ha desvelado que un total de 57 países han notificado la presencia de ómicron y ha advertido que este número crecerá porque su propagación global y el gran número de mutaciones, sugieren que podría tener un gran impacto en el curso de la pandemia, aunque todavía se desconoce su alcance.
«Pedimos a todos los países que aumenten la vigilancia, las pruebas y la secuenciación. Las pruebas de diagnóstico existentes funcionan, tanto la PCR como las pruebas rápidas basadas en antígenos. Los recientes datos de Sudáfrica sugieren un mayor riesgo de reinfección con ómicron, pero se necesitan más datos para sacar conclusiones más firmes», afirmó.
Por su parte, el doctor Michael Ryan, responsable de la respuesta de emergencia de la Organización, ha incidido en el tema de la transmisibilidad del virus e indicó que su condición de transmisible no lo convierte «en más virulento o letal».
Reuters informó que la aparición de la variante ómicron del coronavirus destaca la «situación peligrosa» en la que se encuentra el mundo aproximadamente dos años después del inicio de la pandemia de covid-19, dijo el jueves el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus. (Europa Press Reuters)