«Ha llegado el día, la misión de apoyo y asistencia del OIEA para Zaporiyia ya está en camino», escribió Grossi en su cuenta de Twitter, mostrándose «orgulloso de liderar esta misión». Así, ha instado a «proteger la seguridad de Ucrania y de la mayor instalación nuclear de Europa».
El diario The New York Times informó previamente de que el director del OIEA era miembro del equipo que participaba en la misión junto con otros trece expertos de países en su mayoría neutrales, sin representación de Reino Unido y Estados Unidos.
La formación de esta misión se produce después de que tanto el Ministerio de Defensa ruso como la operadora estatal energética ucraniana, Energoatom, hayan confirmado la total normalidad en los niveles de radiación de la planta, escenario desde hace semanas de combates en el marco de la invasión rusa de Ucrania.
En medio del cruce de acusaciones entre Kiev y Moscú por la seguridad nuclear, el ministro de Exteriores de Ucrania, Dimitro Kuleba, pidió el domingo en su perfil oficial de Twitter a los militares rusos que salieran de la central, ya que estaban poniendo «al continente entero en riesgo».
Pese a la normalidad de los niveles de radiación, Energoatom ha informado este lunes por la mañana de que, durante las últimas 24 horas, el Ejército ruso ha continuado sus bombardeos sobre Energodar, localidad más próxima a la planta nuclear, según ha indicado en su perfil de Telegram.
«Debido a la presencia de militares rusos, sus armas, equipo y explosivos en la estación, hay graves riesgos para el funcionamiento seguro de Zaporiyia. Como resultado de los ataques periódicos, la infraestructura de la planta ha sufrido daños, hay riesgos de fugas de hidrógeno y sustancias radiactivas, así como alto riesgo de incendio», indicó el operador ucraniano. (Europa Press)