Los líderes del grupo de Bucarest, los nueve aliados de la OTAN del este de Europa, han expresado este miércoles su fuerte rechazo a la invasión rusa de Ucrania en una reunión celebrada en Polonia a la que ha asistido el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, a pocos días de un año de la guerra.
En una declaración conjunta, los principales responsables políticos de Polonia, Estonia, Letonia, Lituania, Hungría, Bulgaria, Eslovaquia, República Checa y Rumanía, así como el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, afirman que «Rusia es la amenaza más importante y directa para la seguridad aliada».
«Ucrania está ejerciendo su legítimo derecho a defenderse de la agresión rusa para recuperar el control total de su territorio y tiene derecho a liberar los territorios ocupados dentro de sus fronteras internacionalmente reconocidas», manifestó.
Además, aseguran que «el futuro de Ucrania está en Europa», por lo que apoyan «las aspiraciones euroatlánticas» del país. «Rusia ha cometido un grave error de cálculo al invadir Ucrania y socavar el orden internacional», han agregado.
«Para proteger a sus poblaciones y territorios, los aliados se comprometen a implementar una nueva línea de base para la postura de disuasión y defensa de la OTAN y a mejorar la presencia militar aliada en nuestros países», han indicado.
Asimismo, han resaltado que continuarán reforzando su «postura de disuasión y defensa en todo el flanco oriental, desde el Báltico hasta el mar Negro». «La OTAN y su compromiso del artículo 5 de defenderse mutuamente se erige como la columna vertebral de la seguridad euroatlántica», han recordado.
Poco antes de la declaración conjunta, Biden ha prometido que su Administración defenderá «literalmente cada centímetro» del territorio de la Alianza Atlántica. «Ahora que nos acercamos al primer aniversario de la invasión, es aún más importante que sigamos juntos», dijo.
Biden sostuvo que el conocido como flanco este de la Alianza es «la línea de frente de la defensa colectiva», a la que ha apelado de manera clara y directa. La región, acota, «sabe mejor que nadie que lo que está en juego en este conflicto no es sólo Ucrania, sino la libertad de las democracias». (Europa Press)