«La situación es tan grave que debemos tomar nuevas medidas para mantener el control. Por lo tanto, este año también serán unas vacaciones de Navidad diferentes», lamentó la autoridad en rueda de prensa, en la que ha aludido al «peligro de un sistema sanitario sobrecargado» y a la propagación de la variante ómicron.
Por eso, las medidas que se aplicarán tienen el objetivo de frenar la expansión de ómicron mientras se recopila más información sobre esta nueva variante que se cree más contagiosa.
Entre las nuevas medidas está la regla de distancia social, mantener un metro respecto a los demás, y cuando esto no sea posible, como en espacios cerrados como tiendas o restaurantes, deberá usarse mascarilla. La ministra de Sanidad, Ingvild Kjerkol, subrayó la necesidad de reducir el número de contactos estrechos, según el comunicado publicado por el Gobierno.
En concreto, para Navidad y Año Nuevo recomiendan reunirse con un máximo de 20 personas, a lo que se suma que en determinadas ocasiones sociales, como funerales, se volverá a introducir un máximo de participantes.
Las nuevas restricciones entrarán en vigor este jueves durante cuatro semanas, en principio.
Asimismo, el Primer Ministro hizo un llamamiento a aquellos ciudadanos que todavía no se han inoculado para pedirles que lo hagan, mientras que también ha pedido «aceptar» las dosis de refuerzo. (Europa Press)