«Las medidas adoptadas por los bancos centrales y los reguladores financieros de todo el mundo para hacer frente a dos grandes crisis recientes -la Gran Recesión y la crisis económica generada por la pandemia del Covid-19- estuvieron motivadas en gran medida por las investigaciones de los galardonados», dijo la Academia Sueca el lunes al anunciar a los ganadores.
Gobiernos de todo el mundo rescataron a bancos en 2008 y 2009, lo que generó un torrente de críticas, ya que los consumidores sufrían y muchos perdieron sus casas mientras que los bancos, entre los principales culpables de la crisis, fueron rescatados.
Pero la sociedad en general se benefició y los rescates, aunque moralmente cuestionables para algunos, probablemente evitaron más dolor, sugiere la investigación de los laureados.
«Aunque estos rescates tienen problemas, (…) en realidad podrían ser buenos para la sociedad», dijo Diamond, profesor de la Universidad de Chicago, en una conferencia de prensa, argumentando que evitar el colapso del banco de inversión Lehman Brothers habría hecho que la crisis fuera menos grave.
«Probablemente habría sido mejor que Lehman Brothers no se hubiera hundido inesperadamente», dijo Diamond. «Si hubieran encontrado la manera, creo que el mundo habría tenido una crisis menos grave».
Irónicamente, Bernanke era el presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos en el momento de la quiebra de Lehman en 2008, que se convirtió en uno de los principales catalizadores de las mayores turbulencias financieras del mundo desde la década de 1930.
Bernanke, ahora miembro de la Brooking Institution, argumentó entonces que no había forma legal de salvar a Lehman, por lo que lo mejor era dejarlo quebrar y usar los recursos financieros del Gobierno para evitar fallos sistémicos más amplios.
Parte de esa respuesta, incluidos las tasas de interés ultra bajas y la compra masiva de activos por parte de los bancos centrales, se está revirtiendo ahora que la inflación está en su nivel más alto en casi medio siglo en muchas partes del mundo.
El trabajo del trío también tiene implicaciones para las actuales turbulencias económicas, ya que el aumento de las tasas de interés a un ritmo récord para luchar contra la inflación amplifica los riesgos de recesión que inevitablemente pondrán en jaque al sector financiero.
«Algunos hogares y algunas empresas ya están debilitados», dijo Gernot Doppelhofer, profesor de la Escuela Noruega de Economía.
«Esta investigación muestra cómo el sistema financiero puede amplificar los choques y cómo es importante tratar de estabilizar la economía al tiempo que se garantiza la estabilidad del sistema financiero», añadió.
Las corridas bancarias pueden convertirse fácilmente en una profecía autocumplida que lleve al colapso de una institución y ponga en riesgo a todo el sector financiero.
«Ben Bernanke, en un artículo de 1983, demostró con análisis estadísticos y fuentes históricas que las corridas bancarias conducían a la quiebra de los bancos y que éste fue el mecanismo que convirtió una recesión relativamente ordinaria en la depresión de los años 30, la crisis más dramática y grave que hemos visto en la historia moderna», dijo John Hassler, miembro del comité del Premio Nobel de Economía.
La mayoría de los anteriores galardonados han sido de Estados Unidos. Sólo dos mujeres han sido premiadas, Elinor Ostrom en 2009 y Esther Duflo en 2019.
El premio de economía no es uno de los cinco premios originales creados en el testamento de 1895 del industrial e inventor de la dinamita Alfred Nobel.
El galardón lo creó el Banco Central de Suecia y se concedió por primera vez en 1969, con el nombre completo y formal de Premio de Ciencias Económicas del Banco de Suecia en Memoria de Alfred Nobel. (Reuters)