“En las últimas horas hemos sido informados de manera irrebatible de un plan elaborado en el seno de la derecha neofascista, cuyo objetivo es llevar a cabo una serie de agresiones en contra de nuestra delegación encabezada por el presidente”, dice un comunicado del régimen chavista.
En vista de ello, prosigue el escrito, el mandatario tomó la decisión de enviar al canciller, Yván Gil, como jefe de delegación con las instrucciones de llevar la voz del pueblo de Venezuela.
La dictadura venezolana denunció que sectores de la derecha pretenden montar un show deplorable a fin de perturbar los efectos positivos de la cumbre y así contribuir a la campaña de descrédito contra Venezuela, un plan, aseguró, emprendido desde Estados Unidos.
Así, ante este escenario de planes extravagantes diseñados por extremistas de la derecha y con el fin de aportar al buen desarrollo y culminación exitosa de la actividad, Maduro decidió no acudir a esta cita.
“Como Estado fundador (de la Celac), Venezuela desea cuidar el éxito de este principal mecanismo de unión e integración regional a favor de nuestros pueblos”, añade el escrito.
Maduro tenía prevista una reunión ayer en Buenos Aires, con su homólogo brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, quien ya advirtió de la suspensión del encuentro, antes de que Venezuela informara de manera oficial.
Por su parte, el canciller Gil llegó a Buenos Aires en un vuelo privado, según fuentes aeronáuticas.
Además del canciller venezolano, en ese vuelo viajaron al menos tres diplomáticos.
El canciller Gil Pinto asumió a principios de enero y es el cuarto ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela desde 2021, precedido por Jorge Arreaza, el actual embajador en Colombia Félix Plasencia y Carlos Faría.
La autoridad viajó en un avión de la empresa Baires Fly, contratada puntualmente para ese viaje. El vuelo aterrizó a las 13:42 en Aeroparque. (Infobae)