En su reunión de ayer con el Consejo de Ministros israelí, Netanyahu confirmó una por una las primeras medidas adoptadas el sábado por la noche por las autoridades israelíes, como la aceleración del proceso de expedición de armas de fuego a la población con licencia o el refuerzo del contingente de seguridad.
“Estamos potenciando a nuestras fuerzas de seguridad mientras castigamos a los atacantes y a quienes los respaldan”, indicó el primer ministro, quien confirmó igualmente que el Gobierno israelí “revocará los documentos nacionales y los beneficios de la seguridad social a las familias de aquellos que respaldan al terrorismo”.
“Vamos a hacer daño a quienes quieren hacernos daño”, aseguró el primer ministro israelí durante el Consejo de Ministros, en declaraciones recogidas por el ‘Yedioth Aharonoth’.
El ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, anunció por su parte que propondrá la legalización de varios asentamientos de Cisjordania, siete, uno por cada israelí fallecido el sábado y la imposición de la pena de muerte para los terroristas.
Más tarde el propio Netanyahu abogó en una nota de prensa de su oficina por retirar la ciudadanía y residencia a los familiares de terroristas para su posterior deportación al territorio bajo control de la Autoridad Palestina. Netanyahu solicitó ya redactar una nueva ley en este sentido.
También deberá contemplar que las empresas puedan despedir a los trabajadores que expresen su apoyo al terrorismo sin el preceptivo proceso de mediación. El objetivo es “reforzar la disuación fijando un precio para quienes estén en el entorno más cercano de los terroristas”, subrayó. (Europa Press).