Naciones Unidas.- La Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) votó ayer a favor de suspender a Rusia como miembro del Consejo de Derechos Humanos, una decisión adoptada en represalia por matanzas de civiles como las de la ciudad de Bucha, a las afueras de Kiev.
La propuesta salió adelante con 93 votos a favor y 24 en contra, mientras que 58 Estados miembro se han abstenido y varios más directamente no se han pronunciado.
La Asamblea General, que ya había condenado en dos ocasiones la invasión rusa sobre Ucrania, contempla en sus estatutos expulsar a un país del Consejo de Derechos Humanos si comete abusos «graves y sistemáticos».
El ministro de Exteriores de Ucrania, Dimitro Kuleba, celebró la aprobación del texto, alegando que «los criminales de guerra no tienen cabida en órganos de la ONU destinados a proteger los Derechos Humanos». En este sentido, ha agradecido a los países que han «elegido el lado correcto de la historia».
El Consejo de Derechos Humanos de la ONU aprobó a principios de marzo la creación de una comisión independiente para investigar los presuntos abusos cometidos en Ucrania desde que Rusia lanzó su ofensiva militar el 24 de febrero.
Ante la Asamblea General, la delegación rusa se ha ceñido a las tesis expresadas por Moscú en estos últimos días y que pasan por considerar una farsa las matanzas de civiles denunciadas por Kiev y verificadas tanto por periodistas sobre el terreno como por imágenes de satélite.
Esta no es la primera ocasión en la que el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas expulsó a un país, pues en 2011 se hizo lo propio con Libia.
Tras ser oficial su expulsión del Consejo de Derechos Humanos, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia tildó la resolución como «un paso ilegítimo y políticamente motivado» cuyo objetivo es «castigar» a un Estado miembro de la ONU por sus «políticas independientes», según recogen agencias estatales rusas.
Por su parte, el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, concedió una entrevista al medio SkyNews en la que ha lamentado la noticia si bien ha incidido en que Moscú seguirá defendiendo sus propios intereses «por todas las vías legales».
En esta línea, el embajador adjunto de Rusia ante Naciones Unidas, Guenadi Kuzmín, anunció que Moscú ha decidido poner fin de forma prematura a su participación en el Consejo de Derechos Humanos, algo que más tarde ha confirmado la cartera de Exteriores en un comunicado, publicó Europa Press.
«La decisión que tomamos de terminar nuestra membresía en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU antes de lo previsto no es una desviación de las obligaciones internacionales de Rusia en la esfera de los Derechos Humanos», expresó el Gobierno ruso, que ha incidido en que seguirá buscando un diálogo constructivo sobre derechos fundamentales involucrando en él a todas las partes interesadas.
Finalmente, el Ministerio de Exteriores apuntó que «el sincero compromiso» de Moscú con los Derechos Humanos impide permanecer por más tiempo en un mecanismo que se ha tornado como un «ejecutor de la voluntad de este grupo de países que, para impulsar sus objetivos y obtener los votos necesarios en la toma de decisiones, no desdeñan el chantaje abierto de los Estados soberanos».
De acuerdo con Reuters, Rusia estaba en su segundo año de un mandato de tres años en el consejo con sede en Ginebra, que no puede tomar decisiones legalmente vinculantes. Sin embargo, sus resoluciones envían importantes mensajes de los políticos y pueden autorizar investigaciones legales.
Moscú es uno de los miembros más activos del consejo y su suspensión le impide hablar y votar, según funcionarios, aunque sus diplomáticos aún podrían asistir a los debates. (Agencias)