Así lo ha hecho saber el jefe de la administración militar regional de Donetsk, Pavlo Kirilenko. Las instalaciones situadas en la ciudad de Avdiivka se encargan de generar coque y gas crudo a partir del carbón.
«Al menos diez muertos y quince heridos son las consecuencias del bombardeo de los invasores rusos sobre la planta de coque de Avdiivka. (…). El número de víctimas puede ser mayor», escribió Kirilenko en Telegram.
Kirilenko aseguró que las fuerzas rusas sabían «exactamente» hacia dónde apuntar, ya que «los trabajadores acababan de terminar su turno y estaban esperando en la parada de autobús» para poder regresar a sus casas después del trabajo.
«Otro crimen cínico de los rusos en nuestra tierra», enfatizó Kirilenko, quien ha confiado en que Rusia acabe respondiendo «por todo».
Por otro lado, la viceprimera ministra de Ucrania, Irina Vereshchuk, informó de que hay más de 40 militares gravemente heridos en la sitiada planta siderúrgica de Azovstal, informa la agencia Ukrinform.
«Ahora hay más de 40 heridos graves que necesitan ser rescatados. Las autoridades ucranianas han apelado a Rusia y exigen encontrar una solución y traernos a aquellos que no son combatientes y deben ser trasladados a Ucrania en virtud de los Convenios de Ginebra por estar gravemente heridos», demandó.
Este martes decenas de personas han llegado a Zaporiyia tras ser evacuados de la planta de Azovstal, después de que el lunes la llegada de quienes se resistían ahí se viera interrumpida nuevamente debido a la reanudación de los combates, que ambas partes se reprochan. En total son 156 los ciudadanos ucranianos que han podido salir desde este fin de semana, según ha contado Kiev.
La planta de Azovstal es uno de los últimos reductos de la ciudad de Mariúpol que le quedan por conquistar a Rusia, en su intento por tomar el control total del este y sureste de Ucrania y poder formar así un corredor que una las regiones de Donbás y la península de Crimea, limitando a su vez la salida al mar de Kiev. (Europa Press)