Rusia, junto con Bielorrusia y otras antiguas repúblicas soviéticas, conmemora en este día la rendición de la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial en 1945. Desde entonces y hasta la disolución de la Unión Soviética, la plaza Roja de Moscú fue escenario de un gran desfile militar que, más tarde, en 1995, se retomó.
Así pues, el secretario del Consejo Nacional de Seguridad y Defensa ucraniano, Oleksei Danilov, ha advertido de que para Moscú el 9 de mayo es “un día sagrado”, por lo que el Gobierno de Ucrania teme que el presidente ruso, Vladimir Putin, esté planeado una ofensiva total para esta fecha.
“Putin se ha propuesto poner fin a esta guerra con un desfile de la victoria. Tenemos que entender que todavía tenemos muchos combates por delante, tenemos que defender nuestro país y no le aconsejo a nadie que se relaje”, subrayó Danilov.
En este sentido, Danilov incidó en que la retirada de tropas de Kiev y Chernígov anunciada por Rusia es realmente una forma de «reformatear» la estrategia de Moscú para «continuar atacando» Ucrania.
Finalmente, el funcionario ucraniano ha reconocido que la situación actual no es tan «feliz» como le gustaría a las autoridades del país pues Putin «no pospone» la «destrucción» del país. (Europa Press)