Isabel falleció en Escocia la semana pasada, lo que provocó una enorme conmoción en el mundo que llevó a decenas de miles de personas a Londres para ver su ataúd. Otras miles de personas más se han sumado a la extensa fila para presentar sus respetos durante cuatro días de pompas fúnebres.
“El tiempo de fila esperado es de más de 24 horas y las temperaturas durante la noche estarán frías”, advirtió el departamento de cultura de Gran Bretaña en Twitter, después de haber detenido la entrada a la cola alrededor de las 0900 GMT más temprano el viernes cuando llegó a un punto final designado en Southwark Park.
Pero las personas seguían aguardando. Ni las horas de espera ni el clima disuadieron a los presentes, que llegaban en tropel tanto de diversas zonas del país como de todo el mundo para despedir a la monarca británica.
Reuben Fevrier, un contador de Londres que estaba en la fila, habló del “estoicismo de la reina, su profundo compromiso con el país, una vida extraordinaria”. “Creo que esto es lo menos que puedo hacer”, expresó.
La fila en constante movimiento serpenteaba desde Southwark Park hasta el edificio del Parlamento de Westminster Hall, donde se encuentra el ataúd de la reina. Se espera que unas 750.000 personas en total asistan a la sepultura el lunes.
“No tengo ninguna sensación en mis rodillas ni en mis piernas”, dijo Hyacinth Appah, un residente de Londres en la fila. “Pero ha estado bien. La mayoría de la gente ha sido encantadora y lo hemos pasado muy bien”.
Las autoridades instalaron baños temporales a lo largo de la ruta de la file y pidió a las personas que no llevasen equipos de campamento, sacos de dormir o sillas plegables.
“Ella lo era todo. Estuvo aquí toda mi vida. No podrías pedir una persona más majestuosa y digna. Ella representa a un país, es el país”, dijo Susan Green, una empleada jubilada del Servicio Nacional de Salud. (Reuters).