Las evacuaciones continuaban ayer en la isla indonesia de Java al día siguiente de que entrara en erupción el volcán del Monte Semeru, donde la actividad parecía menor.
El monte Semeru, en el distrito de Lumajang, en Java Oriental, expulsó densas columnas de ceniza que superaron los 1.500 metros (casi 5.000 pies) de altura el domingo. Pueblos y localidades cercanas quedaron cubiertos de ceniza, que ocultaba el sol, aunque no se reportaron víctimas.
Las intensas lluvias erosionaron y finalmente provocaron un colapso del domo de lava en lo alto del volcán de 3.676 metros (12.060 pies), lo que desencadenó una avalancha de gas caliente y lava por sus laderas hacia un río cercano. El gas abrasador descendió por la montaña, envolvió poblados enteros y destruyó un puente que acababa de reconstruirse tras una potente erupción el año pasado.
Cerca de 2.500 vecinos han sido ya evacuados e instalados en 11 centros, después de que entrara en erupción el monte más alto de la isla de Java.
“El Ejército, la Policía y las autoridades locales siguen evacuando a gente en Curah Kobokan, adonde podrían llegar la nube de ceniza caliente y la lava enfriada”, dijo a la prensa local Abdul Muhari, portavoz de la agencia de prevención de desastres naturales de Indonesia.
“Hasta ahora hay un total de 2.489 evacuados”, detalló.
Las autoridades han declarado el estado de emergencia por un período de dos semanas y distribuyeron mascarillas gratuitas para proteger a la población de la ceniza en suspensión en el aire. Igualmente instalaron cocinas públicas para atender a los evacuados.
Este lunes por la mañana, decenas de evacuados del distrito de Lumajang, donde se encuentra Semeru, volvieron a sus casas cubiertas de ceniza para recuperar pertenencias personales y luego regresar a los centros de acogida, constató un periodista de AFP.
Algunos incluso sacaron de la zona a su ganado, o recuperaron televisiones y frigoríficos.
Muhari dijo que a juzgar por la observación visual del monte Semeru este lunes la actividad volcánica era inferior, si bien las coladas de lava representan un gran peligro.
“Queremos asegurarnos de que no hay ninguna actividad (económica) en la zona por la que podrían pasar la lava fría y la nube de ceniza caliente”, indicó.
La última gran erupción del Semeru fue en diciembre de 2021, cuando estalló con furia y mató a 51 personas en poblados que quedaron sepultados por varias capas de lodo. Varios cientos de personas sufrieron quemaduras graves y la erupción obligó a evacuar a más de 10.000 personas. El gobierno trasladó unos 2.970 hogares fuera de la zona de peligro, incluido el poblado de Sumberwuluh.
El Semeru, también conocido como Mahameru, ha hecho erupción varias veces en los últimos 200 años. Aun así, como ocurre con muchos de los 129 volcanes activos vigilados en Indonesia, decenas de miles de personas siguen viviendo en sus fértiles laderas.
Indonesia, un archipiélago de más de 270 millones de personas, se encuentra en el “Anillo de Fuego” del Pacífico, un arco de fallas donde se producen frecuentes sismos y actividad volcánica. (Infobae)
(con información de AFP y AP)