“En el momento es el mayor campo de minas del mundo. No solo dificulta el desplazamiento de las personas, sino que también provocó dificultades para la agricultura, que es una de nuestras industrias más importantes”, afirmó Shmihal en una entrevista.
Estos 250.000 kilómetros cuadrados superan la extensión de la península de Corea, Laos, Rumanía o Reino Unido. Además son un arma indiscriminada que puede afectar a los civiles.
“Rusia está atacando las infraestructuras de las zonas más pobladas”, explicó Shmihal. En concreto señaló que el 70 por ciento de los daños se produjeron en zonas residenciales. También fueron atacados centros industriales como plantas químicas o acererías, así como infraestructuras que facilitan los viajes.
En torno al 50 por ciento de la red eléctrica del país está destruida como consecuencia de las once oleadas de bombardeos aéreos y las 14 oleadas de ataques con drones, según Shmihal.
“No existe ni una sola central eléctrica que no haya sido atacada por misiles o drones rusos. Rusia quiere eliminar toda la red eléctrica de Ucrania y obligar a nuestro pueblo a huir con presión psicológica”, denunció.
En total, Shmihal estima que las pérdidas provocadas por la guerra en 2023 podrían alcanzar los 700.000 millones de dólares. “A pesar de la guerra la economía ucraniana sigue funcionando. El Gobierno paga todos los salarios y pensiones sin retraso. Existen programas de desarrollo para PYMES”, destacó.
En cuanto a la posible prolongación de la guerra, Shmihal, subrayó la importancia de mantener las sanciones a Rusia y la ayuda a Ucrania. “Estamos haciendo todo lo que podemos para terminar la guerra rápidamente. Para ello la comunidad internacional debe mantener estrictamente las sanciones contra Rusia, y reforzarlas”, señaló.
Especialmente importantes son las sanciones contra el gas y el petróleo, el embargo de armas y componentes o la retirada de todas las empresas multinacionales de Rusia.
“Para la victoria son importantes las sanciones, pero al final tiene que hacerse con apoyo de armamento”, argumentó Shmihal, que ha demandado así un suministro constante de armamento avanzado. (Europa Press).