El representante humanitario ha pedido ayuda inmediata a la comunidad internacional para evitar que se propague una nueva epidemia de hambruna. Sin embargo, ha explicado que está crisis está afectando sobre todo a los recién nacidos, por lo que es necesario adoptar medidas preventivas, más que paliativas.
“Por desgracia, la mayoría de estos niños nacen desnutridos debido a las condiciones que sus madres atraviesan durante el embarazo, porque sus madres también lo están”, según ha comentado a la cadena afgana Tolo News.
En el hospital regional de la provincia de Paktia, donde se encuentra el humanitario, sus responsables denuncian que el porcentaje de niños desnutridos en la región ha aumentado en un 50 por ciento en los últimos tres meses, comparado con las cifras de los últimos tres años, según el director del centro, Nematulá Zahir.
Según las estadísticas del hospital, la tasa de mortalidad de niños con desnutrición ha aumentado del 8 % al 10 % en comparación con el año pasado.
La ONG Save the Children ha alertado este lunes de que 9,6 millones de niños y niñas pasan hambre a diario en Afganistán debido a la grave crisis económica, las consecuencias de la Guerra en Ucrania y la fuerte sequía.
La organización estima que, aunque se prevé que 18,9 millones de niños, niñas y personas adultas necesiten ayuda alimentaria de junio a noviembre de este año, solo hay fondos suficientes para ofrecer apoyo a 3,2 millones de personas.
Por otro lado, Naciones Unidas ha advertido de que cerca de 20 millones de afganos, casi la mitad de la población total del país asiático, se enfrenta a hambre aguda, según el último análisis de la Clasificación Integrada de Fases de Seguridad Alimentaria (IPC, por sus siglas en inglés). (EUROPA PRESS)