En un año marcado por la polarización política, un proceso electoral regional y municipal, y convulsiones sociales, diciembre fue el mes en el que más agresiones se registraron: 63 estuvieron ligadas a las protestas y movilizaciones posteriores al golpe de Estado de Pedro Castillo y la asunción de Dina Boluarte como presidenta.
Luego continúa abril (34), donde las agresiones tuvieron que ver con las manifestaciones relacionadas con el paro agrario y trabas en coberturas periodísticas. En tercer lugar, está setiembre (28), con casos ligados a la cobertura de las campañas del proceso electoral municipal y regional que culminó el 2 de octubre pasado.
El documento detalla los tipos de ataques registrados. Aproximadamente dos tercios corresponden a agresiones físicas y verbales contra periodistas (103) y a amenazas u hostigamiento (109). También hubo trabas al acceso a la información, intimidación judicial, discursos estigmatizantes, amenazas legislativas, detenciones y robos.
En cuanto al agente agresor, más de la mitad de las arremetidas (156) provinieron de civiles. También hubo ataques de funcionarios (79) y agentes de seguridad (79), mientras que en 26 casos no se pudo identificar al autor de la agresión.
Adicionalmente, el documento arroja que la mayoría de las agresiones fueron contra periodistas de medios digitales (129), pero también contra reporteros de medios televisivos (97), radiales (57) y escritos (20).
En términos territoriales, la mayoría de las agresiones ocurrió en Lima (149). A la capital, según el informe, le siguen las provincias de Arequipa (14), Ica (13), Huaura (10), Callao (7) y Tocache (7).
Así, en diciembre, el mes con más agresiones, la mayoría provino de parte de civiles, ocurrieron principalmente en Lima y casi la mitad fueron contra medios televisivos.
SIN PRECEDENTES
Zuliana Lainez, presidenta de la ANP, destacó que una cifra tan alta como la registrada en el 2022 no tiene precedentes. “Venimos haciendo reportes del estado de la libertad de prensa desde el 2005 y esta es la cifra más alta que hemos registrado. Probablemente los años más complicados en cercanía hayan sido el 2017 y 2020, poco más de 200, pero nunca habíamos superado la línea de los 300″, comentó.
Al analizar lo casos, Lainez atribuyó el incremento a tres factores: las elecciones regionales y municipales, los discursos estigmatizantes contra la prensa que manejaron el expresidente Pedro Castillo y el ex primer ministro Aníbal Torres, y la convulsión sociopolítica de diciembre pasado.
“La escalada de la estigmatización fue compleja, pero también existe un clima hostil desde la población frente a la labor de la prensa. Se pudo ver casi una tormenta perfecta con estos factores que hizo que sea un año muy complejo para la prensa”, subrayó.
Por otro lado, remarcó que fue un año con cifras récord de trabas de acceso a la información. Ello tanto en lo referido a las negativas de integrantes del Poder Ejecutivo para declarar y los cordones policiales para evitar el acercamiento de la prensa al expresidente Pedro Castillo, como en los impedimentos para que periodistas accedan físicamente al Congreso de la República durante la primera mitad del año. (El Comercio)