El director de la organización para África, Patrick Youssef, advirtió que ni siquiera estas cifras «capturan toda la magnitud» de la tragedia, puesto que «no hay duda de que hay más niños en paradero desconocido» de los que recoge el último informe.
No en vano, hay más de una treintena de conflictos armados activos y las migraciones siguen siendo una constante, aspectos ambos que contribuyen a que se pierda la pista tanto de personas adultas como de niños. El CICR también tiene constancia de más de 5.200 menores no acompañados en África.
Amina perdió a sus padres por un ataque en el pueblo maliense donde vivían y huyó junto a su hermano pequeño a Níger. Después de cuatro años separados de su familia, el CICR pudo localizar a su tía, con la ahora aspiran a reunirse.
«Cuando vi su foto, me sentí mejor porque no había sabido nada de ella en tres o cuatro años», contó Amina tras hablar cpor teléfono con su tía. «No veo el momento en que nos reunamos y nos podamos sentar todos juntos», añade.
Youssef instó a los gobiernos a aplicar políticas que «pueden salvar vidas», por ejemplo, protegiendo a los migrantes y a los familiares de personas desaparecidas, por «una cuestión de humanidad y de dignidad». El CICR ayudó en 2021 a localizar a 4.200 personas y reunió a unas 1.200 familias en toda África.
Las familias de los desaparecidos, advirtieron que «se enfrentan a un dolor inmenso y a obstáculos que a menudo trascienden durante generaciones». «Están atrapados en un limbo, incapaces de avanzar o de pasar el duelo. La búsqueda de sus seres queridos nunca termina», ha señalado. (Europa Press)