La ONG Irán Human Rights (IRH), con sede en Noruega, actualizó ayer su recuento para dar cuenta de 201 víctimas mortales, repartidas en 18 provincias. Sólo en Sistán y Baluchistán fallecieron 93 personas, mientras que en Mazandarán otras 28.
En el Kurdistán iraní, IRH informa de 14 muertes, si bien aún debe determinar la magnitud de la represión durante las protestas de estos últimos días, especialmente en la ciudad de Sanandaj. En este sentido, denunció cortes en el servicio de Internet que complican la obtención de información.
El director de la ONG, Mahmood Amiry-Moghaddam, instó en un comunicado a la comunidad internacional a dar una respuesta inmediata para prevenir más muertes en el Kurdistán.
Los detenidos en el marco de estas protestas también se cuentan por cientos y, aunque no hay balances claros, las autoridades sí informaron hace unos días de más de 1.800 personas arrestadas. Las organizaciones defensoras de los Derechos Humanos estiman que la cifra real es mayor.
Las autoridades judiciales han informado ayer de la imputación de más de un centenar de presuntos alborotadores. Según el portal del sistema judicial, Mizan, unas 60 personas fueron imputadas en Teherán y otras 65 en Hormozgán, aunque no han trascendido los detalles de los cargos.
DISCURSO DE JAMENEI
El líder de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, volvió a referirse de forma velada a las últimas protestas, para volver a señalar a las grandes potencias occidentales, especialmente a Estados Unidos, como supuestos instigadores de unas movilizaciones que tienen como principales protagonistas a las mujeres.
Según Jamenei, se trata de una respuesta torpe de los gobiernos extranjeros a los avances de la República Islámica, pero ha instado a las autoridades locales a no dejarse distraer por lo que considera pequeños incidentes.
Asimismo, llamó a distinguir entre los verdaderos cerebros de las protestas, elementos del enemigo, y población que se habría visto provocada a sumarse, según un discurso recogido por la cadena de televisión estatal. (Europa Press)