“Nosotros terminamos de hablar con los fascistas el 25 de abril de 1945”, rezaba una gran pancarta en el centro de la manifestación, que ha comenzado a las 12.30 desde la Piazza dell’Esquilino hacia San Giovanni. El 25 de abril de 1945 es la fecha de la ejecución del dictador fascista italiano Benito Mussolini, fusilado por partisanos cuando escapaba a Suiza.
Al frente de la manifestación ha estado el secretario general del sindicato, Maurizio Landini. “El ataque al sindicato, a la CGIL, es un ataque a la dignidad de todo el país. Estamos aquí para defender y extender la democracia en nuestro país y en Europa”, ha declarado el dirigente sindical bajo el lema de la marcha: “Nunca más fascismos”.
Las previsiones eran de unos 50.000 asistentes en el fin de la manifestación, en la plaza San Giovanni, pero los convocantes han informado de 200.000 asistentes, 60.000 según la Policía.
“Esta plaza le habla a todo el país. Es una respuesta que habla por sí sola, que dice que toda Italia quiere cambiar este país, que quiere acabar con la violencia política, pero también que queremos ser protagonistas del cambio económico”, ha afirmado Landini desde el escenario.
“Pedimos al Gobierno que proceda de inmediato con la disolución de todas las organizaciones neofascistas y neonazis. Es un paso necesario”, ha añadido el líder de la Confederación Italiana de Sindicatos Obreros (CISL), Luigi Sbarra. También ha participado de la convocatoria el sindicato Unión Italiana del Trabajo (UIL) en un acto que ha terminado entonando ‘Bella Ciao’, himno de la resistencia antifascista durante la II Guerra Mundial.
Todos los presentes acudirán bajo supervisión policial y siempre en posesión del “pase verde” donde se certifica que esté totalmente vacunados, de que se han recuperado recientemente de la infección o de que ha dado negativo en un test en las 48 horas anteriores.
Las protestas de la pasada semana contra el certificado fueron el principio del asalto a la sede de la CGIL. Según imágenes recogidas por ‘La Repubblica’, el líder del partido neofascista Fuerza Nueva, Roberto Fiore, y el cabecilla de su sección romana, Giuliano Castellino, se separaron de la marcha principal para atacar la sede. Ambos fueron detenidos después, junto a otra decena de personas.
MANIFESTACIONES
CONTRA EL
PASAPORTE COVID
Ayer se han producido nuevas manifestaciones no autorizadas contra el pasaporte covid o Green Pass en las que han participado organizaciones de ultraderecha en ciudades como Milán, Roma o Turín.
En Milán, unos 4.000 manifestantes han intentado avanzar hacia la sede de la televisión pública, la RAI, pero la Policía ha logrado bloquear la marcha sin cargas. Los asistentes han utilizado bengalas tras una pancarta que rezaba “Solidaridad no con la CGIL sino con los estibadores”.
En Roma la concentración ha sido minoritaria, de unas 40 personas reunidas tras una pancarta: “Vacunados y no vacunados, todos unidos por la verdad”. En Turín hubo momentos de tensión entre anarquistas y neofascistas en una protesta contra el pasaporte covid.
El pasado domingo, día posterior al ataque al sindicato, y a la misma hora del mismo fue atacada la página de la CGIL y también lo ha sido ayer, coincidiendo con la hora del inicio de la manifestación. (Europa Press)