Debido a los aguaceros de los últimos días, aumentó el caudal de cinco quebradas o pequeños ríos en la localidad de Las Tejerías, en el estado Aragua, a unos 67 kilómetros al suroeste de Caracas.
El vicepresidente del área de Seguridad Ciudadana, Remigio Ceballos, dijo el lunes a reporteros en Las Tejerías que hasta el momento eran 36 las personas muertas y 56 seguían desaparecidas.
Agregó que ya se habían entregado 300 toneladas de alimentos, y que 3.000 funcionarios trabajaban en labores de rescate y limpieza.
Nicolás Maduro, el presidente de la nación sudamericana, ha calificado la situación en la zona como «difícil y dolorosa». Muchas personas perdieron sus casas y permanecen sin electricidad y sin servicio de agua potable.
El presidente declaró la población como «zona de desastre y catástrofe natural» y anunció tres días de duelo por las pérdidas humanas registradas.
En México, las autoridades meteorológicas indicaron que una nueva activación del evento podría traducirse en una extensión del periodo de lluvias hasta finales de noviembre, así como precipitaciones intensas en algunas partes del país en las que no son frecuentes y luego, un invierno más seco.
En Colombia, las represas se encuentran en más de un 80% de capacidad, casi el doble de los niveles de hace un año, lo que es considerado históricamente alto.
En Centroamérica, por su parte, el Comité Regional de Recursos Hidráulicos había pronosticado desde el verano que La Niña podría traer a la región «condiciones más lluviosas que lo normal», principalmente en la frontera de México con Guatemala, el sur de El Salvador; la parte central de Honduras y en el Pacífico de Costa Rica y Panamá.
Mientras las autoridades venezolanas siguen buscando sobrevivientes, el clima extremo también afecta a otros países latinoamericanos.
En Honduras, las lluvias asociadas la tormenta tropical Julia, influenciada por La Niña, han dejado al menos tres personas muertas, cientos de damnificados, regiones incomunicadas y el cierre de un aeropuerto en el norte del país.
Las lluvias en la provincia de Colón, en Panamá, causaron inundaciones y deslaves, con un total de 260 personas afectadas y una muerta, informaron las autoridades locales el sábado.
En Nicaragua, la tormenta ha causado intensos vientos y lluvias que destrozaron cientos de casas, pero sin dejar víctimas mortales, según informaciones del gobierno nicaragüense.
Por su parte, la policía salvadoreña informó este lunes que al menos dos personas murieron soterradas a raíz del derrumbe de un muro que destruyó una vivienda en el departamento de Morazán.
Se prevé que el huracán Julia se degrade a depresión tropical la tarde de este lunes, pero se espera que las fuertes lluvias sigan afectando el norte de Sudamérica y la región de Centroamérica y el Caribe. (BBC)