Bruselas.- Los líderes europeos concluyeron la cumbre con un acuerdo en materia energética tras más de nueve horas y media de debate centrado en medidas para atajar los altos precios de electricidad y la dependencia de los combustibles fósiles de Rusia.
La diplomacia europea se basa en las propuestas planteadas por la Comisión Europea esta misma semana para hacerle frente.
Europa Press informó que el debate estuvo marcado por las posiciones enfrentadas entre la postura defendida por España, con el apoyo de Portugal, Italia, Grecia y Bélgica, a favor de intervenir el mercado y fijar un límite al precio de la energía, y los países contrarios a medidas de este tipo, liderados por Alemania y Países Bajos.
Además, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, apuntó en rueda de prensa posterior a la Cumbre que el debate se ha centrado en «las opciones» de la Comisión Europea así como en identificar de «la mejor manera posible» las medidas más pertinentes o que más impacto puedan tener.
Michel puso de relieve que se han tomado decisiones para aumentar el almacenamiento de gas en los Estados miembros así como mecanismos para efectuar compras de gas conjuntas a nivel comunitario.
Las discusiones del segundo día de la cumbre de Bruselas fueron «intensas», según un responsable de la UE.
Mientras que otra fuente de la UE dijo que un «duro» debate sobre los topes de precios enfrentó a algunos de los países del sur del bloque con Alemania y los Países Bajos.
«Las negociaciones se habían encallado», dijo una fuente del Gobierno español, explicando que la ya tensa discusión se detuvo brevemente después de que el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, abandonara la sala para «una parada técnica, para que las negociaciones pudieran volver a su cauce».
Según Reuters, la guerra en Ucrania ha llevado los precios de la energía a nuevos máximos históricos y ha hecho que la UE se comprometa a reducir en dos tercios el consumo de gas ruso este año, aumentando las importaciones de otros países e impulsando las energías renovables.
Aunque los Estados del sur quieren limitar las subidas del precio del gas para proteger a los hogares más pobres, los opositores afirman que esto supondría utilizar fondos públicos para subvencionar la generación de combustibles fósiles.
«Están bloqueando opciones que podrían beneficiar a otros países que tienen una combinación energética diferente a la suya», dijo la fuente de la UE refiriéndose a Alemania y los Países Bajos.
Al parecer, la reunión, que debía terminar por la tarde, iba a prolongarse hasta la noche después de que se encargara una cena para los dirigentes, según las fuentes. Sin embargo, una fuente europea dijo que había «buena voluntad por ambas partes» y que se estaban haciendo intensos esfuerzos para encontrar un compromiso con España.
Anteriormente, el viernes, el Primer Ministro belga, Alexander De Croo, había respaldado las propuestas de los países del sur de Europa, reportó Reuters.
«La UE no es solo cuestión de grandes principios, grandes reuniones y presidentes estadounidenses», dijo De Croo a los periodistas antes de que el Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que participó en la primera jornada de la cumbre, se comprometiera a ayudar a Europa con más entregas de GNL.
«Hoy se trata de los asuntos cotidianos de la gente y eso es la factura de electricidad y gas de la gente, y ese es el impacto que vemos hoy de esa guerra en Ucrania», señaló.
Rusia suministra el 40 % del gas que necesita la UE para la calefacción y la generación de electricidad y más de una cuarta parte de sus importaciones de petróleo. (Agencias)
Dependencia de Moscú
Los estados de Europa parecen estar más de acuerdo en un plan de compras conjuntas de gas para moderar los precios.
“Hay una solución”, dijo el Primer Ministro esloveno, Janez Jansa, antes de las conversaciones. “Se trata de compras europeas comunes, logística común, construcción común de capacidad de almacenamiento de gas”, agregó.
La Comisión Europea ha dicho que está dispuesta a liderar las negociaciones sobre la puesta en común de la demanda y la búsqueda de gas antes del próximo invierno, siguiendo un modelo similar a través del cual el bloque compró vacunas contra el covid-19 en nombre de los Estados miembros.
Además, la UE sigue dividida sobre si debe prohibir las importaciones de petróleo y gas ruso, además de la serie de sanciones que ha impuesto a Moscú desde la invasión de hace un mes.
Moscú califica sus acciones en Ucrania de “operación militar especial” para desmilitarizar y “desnazificar” Ucrania. Kiev y Occidente dicen que Putin lanzó una guerra no provocada.
La dependencia de Europa de la energía procedente de Rusia hace que la cuestión de imponer un embargo, como ha hecho Estados Unidos, sea económicamente arriesgada, y no se esperaba ninguna decisión el viernes.
Alemania, Hungría y Austria eran los más reticentes a imponer un embargo al petróleo y el gas rusos.
No estaba claro si surgiría una posición común sobre la exigencia de Rusia esta semana de que los países “no amigos” deban usar rublos para pagar su petróleo y gas, y si la Comisión recibiría un mandato para abordarlo.
«La exigencia del Kremlin plantea un dilema a los países que dependen de la energía rusa porque, al aceptarla, estarían apuntalando el rublo y canalizando divisas hacia Moscú, pero la negativa podría significar el agotamiento de sus suministros energéticos». (Reuters)