El primero en pronunciarse fue el presidente de Colombia, Gustavo Petro, para pedir la aplicación de la Carta Democrática de la Organización de Estados Americanos (OEA). “Es hora urgente de reunión de la OEA si quiere seguir viva como institución y aplicar la carta democrática”, dijo Petro.
“Toda mi solidaridad a Luiz Inácio Lula Da Silva y al pueblo del Brasil. El fascismo decide dar un golpe. La derecha no pudo mantener el pacto de la no violencia”, apuntó.
Petro recordó que su Gobierno defendió fortalecer el sistema interamericano de Derechos Humanos aplicando las normas vigentes y la carta a los derechos de la mujer, ambientales y colectivos, pero la respuesta son golpes parlamentarios o golpes violentos de la extrema derecha.
Por su parte, el presidente de Chile, Gabriel Boric, calificó de impresentable el ataque a los tres poderes de Brasil, que atribuyó a bolsonaristas. De esta manera ofreció todo el respaldo de Chile frente a este cobarde y vil ataque a la democracia.
También desde Argentina su mandatario, Alberto Fernández, expresó su incondicional apoyo a Lula frente a un intento de golpe de Estado. Espera unidad regional ante esta inaceptable reacción antidemocrática que intenta imponerse en Brasil.
“La democracia es el único sistema político que garantiza libertades y nos obliga a respetar el veredicto popular. Quienes intentan desoír la voluntad de las mayorías, atentan contra la democracia y merecen no solo la sanción legal que corresponda, sino también el rechazo absoluto de la comunidad internacional”, dijo.
Por su parte, el jefe de Estado de Ecuador, el conservador Guillermo Lasso, se sumó a las críticas contra las acciones de irrespeto y vandalismo perpetradas contra instituciones democráticas, ya que atentan contra el orden democrático y la seguridad ciudadana.
“Expreso mi respaldo y el de mi Gobierno al régimen de Lula, legalmente constituido”, ratificó Lasso. (Europa Press)