La Palma (España).- Lava al rojo vivo se tragó ayer la tierra que José Roberto Sánchez heredó de sus padres, con relámpagos iluminando los bordes del volcán Cumbre Vieja, que ha estado en erupción en la isla española de La Palma durante casi tres semanas.
Ayer se registraron 37 movimientos sísmicos, según el Instituto Geográfico Nacional (IGN), pero el aeropuerto de La Palma reabrió después de estar cerrado desde el jueves por las cenizas, informó el gestor aeroportuario Aena. Todos los demás aeropuertos de Canarias están abiertos.
El magma que fluía por la ladera del Cumbre Vieja destruyó al menos cuatro edificios, dentro de las cerca de 1.150 edificaciones y tierra circundante arrasada desde que el volcán comenzó a hacer erupción el 19 de septiembre.
«Los recuerdos de mis padres, la herencia que tenía allí, todo desapareció», dijo Sánchez a Reuters sobre las tierras que poseían sus padres en Todoque, en el oeste de la isla.
La lava se ha apoderado de 493 hectáreas de tierra, precisó Miguel Ángel Morcuende, director técnico del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca).
Algunas personas, como Clara María, de 70 años, que también vive en Todoque, han escapado hasta ahora del impacto.
«La lava aún no ha llegado a mi casa. (Fueron) 50 años de sacrificio, piedra a piedra la construimos. Tengo esperanza y fe en que se salvará», declaró.
Cerca de 6.000 personas han sido evacuadas de sus hogares en La Palma, que tiene unos 83.000 habitantes.
Se vieron relámpagos cerca de la erupción el sábado temprano. Un estudio publicado en 2016 por la revista Geophysical Research Letters encontró que se pueden producir rayos durante las erupciones volcánicas porque la colisión de partículas de ceniza crea una carga eléctrica.
Se recomendó a las aerolíneas que vuelan a las Islas Canarias cargar combustible adicional en caso de que los aviones tuvieran que cambiar de rumbo o retrasar el aterrizaje debido a la ceniza, dijo un portavoz de Enaire, que controla la navegación en el espacio aéreo español. (Reuters)