El principal asesor de la Presidencia de Ucrania, Mijailo Podoliak, recalcó ayer que la cuestión del envío de armamento es clave, para permitir nuevos avances del Ejército ucraniano e hizo un llamamiento a la entrega de misiles de largo alcance para poder atacar posiciones rusas más alejadas en el marco de la guerra, desatada el 24 de febrero de 2022 por orden del presidente de Rusia, Vladímir Putin.
“Necesitamos misiles de largo alcance”, señaló Podoliak en una entrevista en la que explicó, que luego de utilizar de manera eficaz los sistemas HIMARS, Rusia cambió la posición de sus almacenes de municiones, proyectiles y bases de proyectiles, a cien o 150 kilómetros para que estén fuera del alcance”.
“Es preciso contar con misiles de largo alcance para poder luchar contra estas estructuras porque Rusia está combatiendo con un gran número de gente movilizada y una cantidad de proyectiles. Si conseguimos eliminar esto, será eficaz”, manifestó antes de incidir en la necesidad de la entrega de carros de combate pesados “para acelerar la desocupación y lograr el fin correcto de la guerra”.
Así, apuntó que Kiev necesita entre 250 y 400 carros de combate pesados para poder equipar a varias brigadas del Ejército y poder avanzar, a tiempo que resaltó avances a la hora de cerrar el cielo de Ucrania para proteger la infraestructura energética a través del uso de los sistemas de defensa antiaérea. “Eso lo estamos consiguiendo”, recalcó.
Podoliak resaltó que Rusia mantiene una táctica bastante sencilla en la guerra y explicó que da igual quién encabece la operación de ocupación, luego de que Rusia reemplazara a Sergei Surovikin por el general Valeri Gerasimov como responsable de las fuerzas rusas desplegadas en Ucrania.
“Da lo mismo el cambio de general”, dijo antes de denunciar que Moscú tiene varias estrategias en la guerra: “ataques con misiles por todo el país; ataques contra infraestructura energética con el objetivo de romper la integridad ucraniana y generar un déficit de agua y calefacción para que la gente se congele y tenga problemas y generar presión psicológica; y movilizar a mucha gente, pero sin preparación suficiente”.
“Quieren atacar en superioridad numérica y lo seguirán haciendo, especialmente en Lugansk y Donetsk”, argüyó, antes de indicar que Moscú utilizó muchos proyectiles y municiones. “Han usado casi todo su arsenal y su reserva, hasta sistemas viejos de artillería y viejos tanques de la Unión Soviética”, puntualizó.
En este sentido, señaló a un cambio de actitud por parte de los países occidentales hacia Ucrania en lo relativo a la guerra y argumentó que “para persuadir a alguien, hay que tener una explicación lógica”. “En los primeros meses de guerra hubo otra actitud, pero ahora los países europeos entienden que no se puede terminar la guerra como se hizo en 2014 y que Rusia no puede seguir actuando políticamente como antes”, dijo.
«Existe un entendimiento común que hay que terminar la guerra tal y como necesita Ucrania. Antes tenían miedo a Rusia y de hablar mal, a la escalada del conflicto. Ahora tienen otro concepto. Entienden que si no apoyan a Ucrania, será al revés. Hay que hacer todo lo posible por ayudar a Ucrania. En ese caso no habrá escalada. Cuantas más armas den a Ucrania más mejorará la situación», sostuvo.
ALEMANIA «YA HA CAMBIADO DE OPINIÓN»
Sin embargo, reconoció las dudas en Alemania en torno a la guerra y apuntó que es tal vez el país más conservador. «Desde 1997 es un socio importante de Rusia, sobre todo en la esfera energética», señaló antes de indicar que, por contra, Berlín ya cambió de opinión. «Es necesario que Alemania sea un líder europeo», indicó.
Podoliak evitó además pronunciarse sobre la dimisión de la ministra de Defensa de Alemania, Christine Lambrecht, tras la polémica desatada en el país a raíz de un vídeo de felicitación publicado en Nochevieja en el que
hablaba de la guerra en Ucrania con fuegos artificiales y petardos de fondo. «Da igual quien será su sucesor», apuntó, antes de argüir que, si el canciller de Alemania, Olaf Scholz, apoya una determinada postura sobre el conflicto, todo el Gobierno lo apoyará.
La autoridad manifestó además que «Rusia no propone negociaciones, propone un ultimátum y quiere quedarse con los territorios ocupados, dictar sus condiciones, dominar en Europa». «Los países europeos se dieron cuenta de esto», dijo, antes de reiterar que «se pueden empezar las negociaciones sólo después de desocupar totalmente los territorios, incluyendo las zonas que fueron ocupadas en 2014».
«Rusia debe sufrir una derrota militar. Sólo luego de esto entenderá que no se puede actuar de esta manera, y que no se puede entrar en territorio de otros países, que no se puede matar a la gente. Tendrá que pagar reparaciones durante décadas y también será necesario un tribunal para juzgar a criminales de guerra y a los responsables de desatar esta guerra», manifestó.
El asesor del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, relató que en estas posibles conversaciones de paz «también se hablará de la zona desmilitarizada, porque no puede estar el Ejército ruso con tanques cerca de la frontera de ningún país». «También se discutirá la seguridad alimentaria, y nuclear, la zona de seguridad en el mar Negro», si bien ha recalcado que si algunos militares rusos siguen en territorio de Ucrania, se puede considerar la guerra que no está terminada y que en cualquier momento en el futuro puede continuar.
Por último, mostró su agradecimiento a España por la ayuda que presta a Kiev en el marco del conflicto. «Agradezco todo lo que hace España. Pais que entiende nuestros valores y nuestra ideología en esta guerra. Nuestras prioridades son las mismas que las de la Unión Europea (UE): la competencia, la democracia, la libertad», aseguró.
«España presta ayuda en todas las direcciones posibles, por lo que entendió más rápido que Ucrania está en el lado correcto del conflicto. Nos ayuda con armas, con defensa aérea, con todo lo que puede. También nos ayuda en la esfera humanitaria, con dinero, ayuda que puede ser destinada a la gente que perdió sus viviendas y su trabajo», explicó.
Podoliak hizo hincapié además en que Madrid «ayuda de manera activa a los refugiados y también nos da mucho apoyo en la información del conflicto hacia los países de América Latina». «España sabe que Rusia es un país agresor y es importante, porque Rusia gastaba antes mucho dinero en esa política de información en América Latina», remarcó. (Europa Press) .