Moscú.- El Tribunal Supremo de Rusia anunció ayer su decisión de disolver la destacada organización no gubernamental Memorial en línea con una petición de la Fiscalía fundamentada en las leyes sobre «agentes extranjeros» en el país y surgieron cuestionamientos al falló de otros organismos.
La jueza Alla Nazarova ordenó que «se satisfaga la petición de la Fiscalía sobre la liquidación de Memorial», según ha recogido la agencia rusa de noticias TASS. El tribunal solo ha anunciado la parte operativa de la decisión, sin desvelar los argumentos de la misma.
Además, la abogada Maria Eismont tildó inmediatamente después de «ilegal» e «infundada» la decisión y ha anunciado que presentará una apelación. La medida del Supremo afecta además a todas las estructuras vinculadas a Memorial.
La Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos mostró en noviembre su «preocupación» por la petición de la Fiscalía y afirmó que las autoridades usan la designación de «agente extranjero» para «etiquetar a aquellos que consideran que son organizaciones financiadas desde el extranjero y que participan en «actividades políticas»».
Memorial, fundada en 1989, anunció a mediados de noviembre una notificación del Tribunal Supremo de Rusia por la que se le informaba de la demanda presentada por la Fiscalía General para disolver el grupo por violaciones sistemáticas de la legislación sobre «agentes extranjeros».
Tras la sentencia, la directora del Programa para Europa Oriental y Asia Central de Amnistía Internacional, Marie Struthers, reprochó que la decisión es un «grave insulto» para la organización de Derechos Humanos, «muy respetada» y que ha trabajado «incansablemente para documentar las atrocidades y la represión política» llevadas a cabo bajo varios dirigentes soviéticos.
«Al cerrar la organización, las autoridades rusas pisotean la memoria de millones de víctimas perdidas en el Gulag» y representa un «ataque directo a los derechos de libertad de expresión y asociación», agregó Struthers.
Desde Amnistía Internacional también criticó el uso por parte de las autoridades rusas de la ley de «agentes extranjeros» para disolver la organización al suponer un «ataque flagrante a la sociedad civil que pretende difuminar la memoria nacional de la represión estatal».
Por tanto, se trata de una decisión que «debe ser revocada inmediatamente», exigió Struthers.
El embajador de Estados Unidos en Moscú, John Sullivan, que se mostró «consternado» por la decisión del Supremo ruso de cerrar Memorial, «una de las organizaciones de Derechos Humanos más antiguas y prominentes de Rusia».
Se trata de «un intento flagrante y trágico de suprimir la libertad de expresión y borrar la historia», indicó a través del portavoz de la Embajada estadounidense, Jason Rebholz. (Europa Press)