Las autoridades sanitarias niponas confirmaron el primer caso el 16 de enero de 2020, en un hombre llegado desde la ciudad china de Wuhan. Sin embargo, el país mantuvo los contagios relativamente controlados y no llegó a los 500.000 casos hasta 15 meses después.
Sin embargo, bastaron menos de cuatro para sumar otro medio millón y apenas 26 días para acumular otra cifra similar, según la cadena pública NHK. El repunte, atribuido a la expansión de la variante delta, ha dejado balances diarios de casos superiores a los 20.000 y datos también inéditos en la cifra de pacientes graves.
El Gobierno de Yoshihide Suga ha ampliado el estado de emergencia a nuevas prefecturas, hasta un total de 21. El Ejecutivo tiene ya sobre la mesa un plan para prorrogar otras dos semanas más esta medida, dando por hecho que la situación epidemiológica no habrá mejorado lo suficiente antes del 12 de septiembre, según la agencia Kiodo. (Europa Press)