Jerusalén.- Una Comisión Urbanística de Israel dio luz verde ayer a la construcción de casi 4.500 nuevas viviendas en asentamientos de Cisjordania, en línea con unos planes que ya se conocían la semana pasada y que habían generado recelos en la comunidad internacional, también por parte de Estados Unidos.
En concreto, el Consejo Superior de Urbanismo ha aprobado un total de 4.427 nuevas viviendas, de las cuales 2.791 tienen ya el visto bueno definitivo. En total, han sido avalados 25 planes que, en la práctica, supondrán por ejemplo la legalización de varios enclaves hasta ahora en un limbo administrativo, según el diario “Haaretz”.
La Unión Europea condenó «profundamente» la autorización y ha urgido a Israel a revertir la decisión, que ha recordado que está en contra del Derecho Internacional, amenaza de forma «directa» la solución de dos Estados y es «completamente inconsistente» con los esfuerzos para rebajar las tensiones.
En un comunicado difundido por el Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE), la Unión Europea ha pedido a las dos partes trabajar para preparar el terreno para la «necesaria vuelta» a un proceso político, «sin el cual no habrá paz y seguridad reales tanto para los israelíes como para los palestinos».
Este tipo de construcciones reciben habitualmente críticas no sólo por parte de los palestinos, que cuestionan cualquier actividad israelí en territorios ocupados, sino también de la ONU, que considera estos movimientos contrarios al Derecho Internacional.
La ONG Peace Now ha dicho de las últimas aprobaciones que «son una bofetada en la cara, no sólo para las perspectivas de paz, sino también para la posibilidad de un futuro desarrollo económico palestino». En este sentido, considera que estos «asentamientos ilegales» solo responden «al deseo de complacer a los partidos de derechas».
La convocatoria de la reunión de este jueves había sido una de las condiciones del diputado Nir Orbach, que comparte partido con el primer ministro, Naftali Bennet, para seguir respaldando al actual Ejecutivo de coalición. «Quien no reconozca el derecho de Israel a construir en Judea y Samaria, que no venga», sentenció, utilizando el término bíblico para Cisjordania. (Europa Press)