El 6 de febrero de 1952, la reina Isabel II del Reino Unido recibió dos noticias: la muerte de su padre, el rey Jorge VI, y la que la obligó a asumir que a partir de ese momento sería la nueva reina de los británicos, aunque la coronación sucedería el 2 de junio de 1953, en la antigua abadía de Westminster, en una fastuosa ceremonia a la que asistieron jefes de Estado y la monarquía europea.
Su esposo, el extinto Felipe de Edimburgo, fue el encargado de darle la noticia a su esposa mientras recorrían Kenia en una visita oficial. Se alojaban en el Treetops hotel, donde según la tradición oral, “se subió a un árbol siendo princesa y bajó siendo reina”.
“Esto va a ser un shock”, le dijo Felipe a su prima hermana, Pamela Hicks. Al enterarse del fallecimiento, Isabel II se acercó a su personal y se disculpó. La dama de honor de “Lilibet” (como la nombraba su padre), Pamela Mountbatten, aseguró que la reina estaba “completamente tranquila”. La comitiva real debió regresar de inmediato al Reino Unido para encargarse los arreglos de los funerales, reportó Infobae.
En sus memorias, Daughter Of Empire, Mountbatten escribió que la reina “Se mantuvo completamente tranquila y dijo, simplemente: ‘Lo siento mucho. Esto significa que todos tenemos que irnos a casa’”. Pragmática, la nueva reina habló acerca de los aspectos prácticos de su regreso a Inglaterra, pero pidió pasar una hora a solas en su habitación.
Europa Press TV informó que la monarca se ha mostrado «profunda y humildemente» agradecida por la «lealtad y el afecto» que los ciudadanos británicos continúan demostrándole. «Y, cuando, en la plenitud de los tiempos, mi hijo Carlos se convierta en rey, sé que le daréis a él y a su esposa Camilla el mismo apoyo que me has dado a mí», ha vaticinado Isabel II.
La reina ha abordado directamente la cuestión no resuelta del futuro título de la duquesa de Cornualles, lo que ha «conmovido y honrado» al príncipe de Gales y a su esposa, según ha asegurado un portavoz de Clarence House a la cadena BBC.
Carlos y Camilla, ambos divorciados, se casaron en 2005 mediante un matrimonio civil. Camilla no se había atrevido a aceptar el título de princesa de Gales por respeto a la memoria de la princesa Diana, fallecida en 1997 en un accidente de tráfico.
Sin este título que le ha ofrecido la reina Isabel II, la duquesa de Cornualles, de 74 años, estaba relegada a un segundo plano de la realeza. (Agencias)