La obra costará cerca de USD 2.000 millones y tardará ocho años en completarse, por lo que se inaugurará en el 2030. Sus planes se habían anunciado hace ya 14 años. Estarán a cargo de la construcción únicamente empresas iraníes.
El máximo responsable de la agencia nuclear nacional, Mohamed Eslami, visitó el lugar junto a una delegación para examinar los preparativos finales previo inicio de las obras, informó la agencia semioficial iraní ISNA.
El reactor de la central, ubicada en la frontera con Irak, cerca del río Karun, tendrá una capacidad de 300 megavatios.
En las últimas semanas, Teherán anunció que comenzó a producir uranio enriquecido a una pureza del 60% en su instalación subterránea de Fordo, que se suma a Natans. Este avance en su programa lo ubica a apenas un breve paso técnico del enriquecimiento al 90%, empleado en armamento atómico.
Según informaron expertos, el país ya tiene suficiente uranio al 60% para ser convertido en material para, por lo menos, una bomba nuclear. Sin embargo, la agencia oficial de noticias IRNA se negó a dar detalles sobre las cantidades de producción y almacenamiento.
Ante este avance, el portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Ned Price, mencionó su preocupación sobre la intensificación del programa nuclear iraní y la negativa del régimen de brindar explicaciones a las consultas del OIEA, que tampoco puede acceder al país a monitorear los sitios. (Infobae).