El primer ministro de Irak, Mohamed Shia al Sudani, prometió ayer que las autoridades no permitirán el uso del territorio iraquí para amenazar la soberanía de Irán, en el marco de una visita oficial a Teherán tras los últimos bombardeos iraníes contra posiciones de grupos kurdos en la región semiautónoma del Kurdistán iraquí.
Al Sudani subrayó que su visita a Irán tiene lugar tras una invitación oficial para discutir los lazos bilaterales y resaltó que Bagdad agradece el apoyo iraní en la lucha contra los grupos terroristas, entre ellos Estado Islámico.
Así, hizo hincapié en que el Gobierno iraquí está obligado a aplicar todas las cláusulas de la Constitución, incluido luchar contra los intentos de usar el territorio del país para desestabilizar la seguridad en Irán, antes de apostar por el respeto mutuo y la no interferencia en los asuntos internos.
Por su parte, el presidente iraní, Ebrahim Raisi, manifestó que las relaciones entre ambos países están arraigadas en la creencia de dos naciones que les unieron a través de sus gobiernos. “Los gobiernos de Irán e Irak creen que la seguridad, la paz y la estabilidad en la región son muy importantes, por lo que la lucha contra los grupos terroristas, el crimen organizado, las bandas de tráfico de drogas y cualquier otro factor de inseguridad es parte de los acuerdos y la voluntad común”, explicó.
“La presencia de fuerzas extranjeras en nuestra región no genera seguridad, en absoluto. Igual que la presencia de los estadounidenses en Afganistán e Irak no creó seguridad, no la creará en otras partes de la región. Por ello, su salida de la región contribuirá a la seguridad regional”, ratificó.
Raisi apuntó además que la visita del primer ministro iraquí permitirá a ambos países resolver los problemas, ha tiempo que mostró su deseo que el Ejecutivo iraquí dé grandes pasos en dirección a unas buenas relaciones entre ambos países».
Irak anunció la semana pasada su decisión de redesplegar tropas en las fronteras con Irán y Turquía tras los recientes bombardeos y ataques con drones por parte de Teherán y Ankara en el Kurdistán iraquí, descritos por Bagdad como una violación de la soberanía iraquí y un acto que contraviene las convenciones y leyes internacionales que regulan las relaciones entre los países.
El Ministerio de Exteriores iraquí dijo que estos bombardeos también violan el principio de buena vecindad, que debería ser un motivo para buscar una seguridad participativa en servicio de todas las partes. «El Gobierno de Irak subraya que los territorios de Irak no son base ni pasillo para causar daño a ninguno de los países vecinos y rechaza que Irak sea un terreno para el conflicto y los ajustes de cuentas entre partes externas», aseveró.
Irán realizó bombardeos durante las últimas semanas contra posiciones de grupos kurdos a los que acusa de azuzar las recientes protestas en el país por la muerte de Mahsa Amini, una mujer detenida en Teherán por supuestamente llevar mal puesto el velo, con resultado de la muerte de más de 300 personas, según confirmó la Guardia Revolucionaria, en el primer balance oficial desde el inicio de las movilizaciones.
Por su parte, Turquía lanzó una ofensiva contra grupos kurdos en el norte de Irak y Siria, principalmente el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y las Unidades de Protección Popular (YPG) tras el atentado del 13 de noviembre en Estambul, que se terminó con seis muertos y más de 80 heridos. El PKK y las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) cuyo principal elemento son las YPG, se desvincularon del ataque. (Europa Press).