“No hay nadie, al margen del tirador, a quien podamos atribuir malicia o malas intenciones, pero hemos encontrado en cambio fallos sistémicos y un proceso de toma de decisiones extremadamente malo”, según el documento, de 80 páginas, en poder en los medios estadounidenses.
La masacre de Uvalde ha sacudido a buena parte de la sociedad estadounidense, que ha criticado la lentitud de la respuesta policial a la masacre de mayo en la escuela primaria Robb; una sensación acrecentada por las imágenes del video de vigilancia de pasillo de la escuela publicadas esta semana por ‘Austin American-Statesman’, que muestran a los agentes a la espera de acontecimientos mientras el joven de 18 años Salvador Rolando Ramos abatía a los pequeños, de entre ocho y diez años.
El informe describe una caótica escena en la que casi 380 agentes de hasta seis cuerpos diferentes de seguridad — Policía, Patrulla Fronteriza, Oficina del Sheriff o fuerzas de intervención táctica especiales, entre otros — llegaron a concentrarse en torno a la escuela o en su interior sin intervenir para impedir la matanza.
El documento ha sido redactado a partir de semanas de entrevistas a puerta cerrada con más de 40 personas, incluidos testigos y policías que estaban en la escena del tiroteo.
El alcalde de Uvalde, Don McLaughlin, se dirigirá en cuestión de horas a los medios de comunicación en una conferencia de prensa tras la publicación del informe, que ya ha sido examinado por las familias de las víctimas.
El jefe de la Policía del distrito escolar de Uvalde, Pedro ‘Pete’ Arredondo, que defendió en un primer momento la respuesta policial, fue suspendido a finales de junio después de que se confirmara que tenía equipo para haber neutralizado al responsable del tiroteo. Arredondo también dimitió a principios de julio de su cargo como concejal en el Ayuntamiento de Uvalde. (Europa Press)
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