Los delegados amazónicos lanzaron su campaña en una conferencia de nueve días en Marsella, donde miles de funcionarios, científicos y activistas buscan sentar las bases para las conversaciones de Naciones Unidas sobre biodiversidad en la ciudad china de Kunming el próximo año.
«Invitamos a la comunidad global a unirse a nosotros para revertir la destrucción de nuestro hogar y, al hacerlo, salvaguardar el futuro del planeta», dijo José Gregorio Díaz Mirabal, coordinador principal de Coica, que representa a los grupos indígenas en nueve países de la cuenca del Amazonas, a Reuters.
Poco menos del 50 % de la cuenca del Amazonas se encuentra actualmente bajo alguna forma de protección oficial o administración indígena, según una investigación publicada el año pasado.
Pero la presión de la ganadería, la minería y la exploración petrolera está aumentando.
En Brasil, hogar del 60 % del bioma, la deforestación ha aumentado desde que el presidente de derecha Jair Bolsonaro asumió el cargo en 2019, alcanzando un máximo de más de una década el año pasado.
La cuenca del Amazonas en su conjunto ha perdido el 18 % de su forestación original, mientras que otro 17 % se ha degradado, según un estudio publicado en julio por el Panel de Ciencias para el Amazonas, basado en una investigación de 200 científicos.
Si la deforestación alcanza el 20 %-25 %, podría llevar al Amazonas a una espiral en la que se secará y convertirá en una sábana, según el científico brasileño Carlos Nobre. (Reuters)