Buenos Aires.- El presidente argentino Alberto Fernández demoraba ayer anuncios sobre el futuro de su Gabinete, en medio de una crisis política disparada por la renuncia de varios ministros del «ala dura» de su gobierno de centroizquierda tras la paliza que recibió en las primarias para los comicios de mitad de término.
La dimisión del ministro de Interior, Eduardo de Pedro, y otros importantes funcionarios pusieron en riesgo a la coalición peronista que llevó al poder al mandatario Alberto Fernández en 2019, al exponer una brecha entre las facciones moderadas y las radicales dentro del «Frente de Todos».
El pasado jueves, la situación seguía sin dirimirse, ya que Fernández no aceptó aún las renuncias de sus ministros ni los confirmó en el cargo. En medio de múltiples especulaciones, se desconoce también si la poderosa facción de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, a quien responden los ministros renunciantes, seguirá o no en el Gobierno.
«La coalición de Gobierno debe escuchar el mensaje de las urnas y actuar con toda responsabilidad. Debemos hacerlo, y lo haremos», escribió Fernández en su cuenta de Twitter, en su primera reacción pública ante la crisis política desencadenada en la tarde del miércoles.
«La gestión de Gobierno seguirá desarrollándose del modo que yo estime conveniente. Para eso fui elegido», dijo el mandatario, cuyas desavenencias con Fernández de Kirchner parecen haber aumentado tras la estrepitosa derrota en las primarias del domingo pasado.
«No es este el tiempo de plantear disputas que nos desvíen de ese camino», agregó Alberto Fernández.
La incertidumbre política asustó a los inversores, lo que se reflejó en los mercados, con la debilidad del peso mayorista –bajo estrictos controles oficiales–, pérdida de valor bursátil y debilidad en los bonos soberanos.
En el centro de Buenos Aires, manifestantes tanto a favor como en contra del Gobierno marcharon ayer por las calles, aunque no ha habido enfrentamientos.
«Todo este circo que armaron genera incertidumbre política, económica, social, aumento del riesgo país, aumento del dólar. Espanta a cualquier inversión», dijo Ramiro Marra, director de Grupo Bull Market.
El Gobierno sufrió una dura derrota el domingo en unas primarias consideradas una amplia encuesta antes de la votación legislativa de noviembre, que puede hacer perder al oficialismo su mayoría en el Congreso.
Tras el fracaso electoral, el oficialismo ha comenzado a debatirse entre planes para ahondar las políticas populistas o un enfoque más moderado para atraer votantes de clase media que apoyaron a los conservadores de la oposición.
«La elección (primaria) del domingo pasado dejó al GPS del Gobierno recalculando. El problema es que este GPS indica donde estamos, pero no hacia a dónde vamos (…) El Gobierno lee que el pueblo le dio la espalda, pero no sabe aún por qué», señaló Alejandro Itkin, analista político internacional. (Reuters)