“Esta tormenta no es tan mala como podría haber sido, pero no bajéis la guardia todavía. No estamos fuera de peligro: hay agua en las carreteras, todavía hay fuertes vientos y sigue siendo (una situación) peligrosa en muchas partes del estado”, ha asegurado en su perfil oficial de Twitter el gobernador del estado, Henry McMaster.
La alerta contra el huracán afecta a casi cinco millones de personas en los estados de Carolina del Norte y Carolina del Sur, así como en Virginia. Ian todavía supone, según un alto funcionario de la Administración Federal de Manejo de Emergencias, una amenaza extrema para todos aquellos a los que se encuentra en su camino.
Por el momento, el huracán ha dejado a su paso por Florida al menos 25 muertes: 12 en el condado de Charlotte, ocho en Collier, dos en Volusia y una en Polk. Ahora prosigue su camino y ha provocado, en estas primeras horas, más de 211.000 cortes de energía en Carolina del Sur, así como más de 82.000 en Carolina del Norte. (Europa Press).