Santiago.- En el barrio Yungay, en el centro de Santiago, recibe hoy la investidura de Gabriel Boric, quien ganó las elecciones presidenciales en Chile en la segunda vuelta de las elecciones, con el 55,87 % de los votos, frente al 44,13 % del candidato de extrema derecha, Antonio Kast.
La región tiene una panadería de masa madre propiedad de una artista se codea con la barbería más antigua de la capital y un minimercado con una luz de fondo parpadeante que vende verduras, productos lácteos y snacks.
Ahora, el lugar también será hogar de un presidente, en una fuerte señal de los tiempos de cambio en la nación andina, donde ha aumentado la rabia en los últimos años por la marcada desigualdad y una élite gobernante arraigada.
Gabriel Boric, un exlíder de protestas estudiantiles y legislador de 36 años, jura como el presidente más joven de la historia de Chile, tras haber prometido romper la tradición conservadora y orientada al mercado del país e impulsar una reforma social progresista.
A diferencia de sus predecesores, Boric ha optado por vivir en el centro y no en la rica zona oriente de la capital, con amplias casas lejos del denso centro de la ciudad y flanqueadas por la Cordillera de Los Andes.
Chile no tiene residencia presidencial oficial.
“Es bueno y notable que el presidente venga a vivir al Chile real”, dijo Beatrice di Girolamo, quien dirige la panadería, a media cuadra al este de las nuevas barricadas para la seguridad presidencial.
“Hay personas de todo tipo aquí. Tenemos a personas en situación de calle, hay gente que es acomodada. Personas sencillas, gente elegante. Mucha inmigración”, comentó.
Boric, líder de una amplia coalición de izquierda que provenía de fuera de los principales partidos políticos, inquietó al establishment con una retórica feroz el año pasado sobre romper el modelo capitalista, aunque ha moderado su tono desde que ganó las elecciones de diciembre, hablando de un cambio gradual.
Sin embargo, ha buscado establecerse como un progresista, con un gabinete mayoritariamente femenino por primera vez en la historia local, un fuerte apoyo a los grupos LGBTQ y un enfoque en la lucha contra el cambio climático.
El equipo de Boric se negó a comentar sobre su elección de nuevo hogar, pero el mensaje es claro: hacer una ruptura con los líderes políticos del pasado que muchos dicen se habían desconectado de la gente. (Reuters)