La inseguridad y el aumento del costo de vida suben bajo este malestar social, agudizado por la retirada de los subsidios al combustible decretada por el primer ministro, Ariel Henry, que tomó las riendas del país más pobre del hemisferio occidental tras el asesinato en julio de 2021 del entonces presidente, Jovenel Moise.
Las bandas armadas se han expandido significativamente, especialmente en la zona metropolitana de Puerto Príncipe, según un informe de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) que alerta de una restricción a la movilidad en un país de casi 5 millones de personas, donde el 43 por ciento de la población, necesitan ayuda humanitaria.
“Todo el país permanece paralizado por bloqueos de carreteras y manifestaciones espontáneas”, advierte la OCHA, en un texto en el que se hace eco del cierre de negocios y los ataques a propiedades públicas y privadas, incluido el saqueo de almacenes del Programa Mundial de Alimentos (PMA).
Las autoridades han constatado esta semana una aparente relajación de las movilizaciones, pero la inseguridad persiste, como lo demuestra un asalto perpetrado ayer contra una cárcel de mujeres en la ciudad de Cabaret, situada a las afueras de Puerto Príncipe.
El director de Admnistración Penitenciaria, Pierre René François, ha confirmado enfrentamientos entre los asaltantes y las fuerzas de seguridad. Varios policías han recibido disparos en este ataque, explicó. Las autoridades asumen que ha existido una fuga masiva de esta prisión. (Europa Press).