Milán.- Greta Thunberg y otros jóvenes activistas expresaron escepticismo ayer ante las conversaciones sobre el clima de esta semana en Italia, al advertir que se ha prometido mucho pero se ha hecho poco para enfrentar el calentamiento global en casi tres décadas desde la histórica Cumbre de la Tierra.
Los temores de que el cambio climático esté empeorando escalaron después de que un informe de la ONU en agosto alertara que la situación está peligrosamente cerca de descontrolarse, por lo que el mundo seguramente experimentará más trastornos durante generaciones venideras.
«Treinta años de blá, blá, blá», dijo Thunberg el martes en la sesión de apertura de un evento de Youth4Climate.
Miles de jóvenes activistas se han reunido en Milán esta semana, junto a cientos de expertos y representantes de unos 190 países, a fin de esbozar soluciones concretas a la crisis ambiental para su aprobación por legisladores de todo el mundo.
«Los ‘llamados’ líderes (de los países) han elegido a jóvenes para asistir a reuniones como ésta para pretender que nos están escuchando, pero no nos están escuchando», dijo Thunberg.
«No hay planeta B (…) El cambio no solo es posible sino necesario, pero no se llevará a cabo si seguimos como lo hemos hecho hasta hoy», añadió.
Los jóvenes activistas que lucharon para que el clima ocupara un lugar destacado en la agenda global años después de que la Cumbre de Río de 1992 en Brasil se comprometió a abordar los problemas ambientales ahora tienen el reto de hallar más soluciones de cara al encuentro COP26 de Naciones Unidas en noviembre.
Sus propuestas serán examinadas por los ministros de Clima y Energía que acudieron a Milán para un encuentro previo de la COP26 y algunos proyectos llegarán a la cumbre de Glasgow.
Las reuniones se producen en momentos en que los altos precios de la energía a nivel mundial han avivado los temores de una reacción más conservadora ante las reformas de grandes economías para encarar el cambio climático.
La conferencia COP26 de la ONU tiene como objetivo asegurar una acción climática más ambiciosa de los casi 200 países que firmaron el Acuerdo de París de 2015 y acordaron limitar el calentamiento global a un alza promedio de temperaturas de 1,5 grados centígrados.
«Los jóvenes deben comenzar a involucrarse en las negociaciones reales», dijo Rose Kobusinge, delegada juvenil de clima de Uganda. «Queremos (máximo) 1,5 (grados) y no iremos más allá». (Reuters)