Después de los primeros 100 días del Gobierno, el presidente logró concretar el reinicio de la mesa de diálogo con la guerrilla colombiana. El jefe de Estado es el séptimo en intentar un proceso de paz con el ELN, pues en enero de 2019 se suspendió —durante el mandato de Iván Duque— tras el atentado de la guerrilla contra la Escuela de Cadetes General Francisco de Paula Santander, que dejó un saldo de 22 muertos y 68 heridos.
Venezuela como país garante y sede de las negociaciones
El general Carlos Martínez Mendoza, en representación del régimen venezolano, aplaudió el reinicio de los diálogos que se dará en el país fronterizo.
“El presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, y el pueblo bolivariano saludan con esperanza los diálogos de paz entre el Gobierno de Colombia y el Ejército de Liberación Nacional”, afirmó el funcionario.
Martínez destacó que apoyarán todas las iniciativas “que conduzcan a la tan anhelada paz total de Colombia. Asimismo, le dio la bienvenida a las delegaciones de los gobiernos de Cuba y Noruega, que también son países garantes del proceso de paz junto con Venezuela. “¡Qué viva la paz en Colombia!”, agregó.
Por su parte, los demás países garantes también presentaron una declaración en la que agradecieron la confianza otorgada y señalaron que es un “paso importante para lograr la paz en Colombia”.
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DECLARACIÓN CONJUNTA DEL ELN Y COLOMBIA
“La paz es nuestro sueño, los cambios, nuestro camino”. Así inició la declaración conjunta de la delegación de paz del ELN y del Gobierno de Colombia en su compromiso por buscar soluciones al conflicto del que ha hecho parte la guerrilla. Seguido a ello, leyeron los objetivos detrás de la reinstalación de la mesa de diálogo.
En primer lugar, resaltaron que el proceso de diálogo político ha sido una exigencia de varios sectores de la sociedad. “Nos lo demanda la gente de los territorios rurales y urbanos que padecen la violencia y la exclusión”, leyó una vocera durante el encuentro. Después, señaló que esos sectores serán priorizados para “que Colombia sea potencia de la vida humana”.
“Construir la paz a partir de una democracia con justicia y con cambios tangibles, urgentes y necesarios que esta mesa acuerde”, detallaron como un tercer objetivo en la declaración conjunta. Por otro lado, manifestaron que la política de paz se convierta en atemporal para que “siembren certeza de una nueva cultura de paz, fundada en cambios reales, que permitan la superación de la violencia política y sus causas”.
La importancia del medio ambiente también fue resaltada durante el encuentro oficial: “El respeto de todas las formas de vida y su dignidad —leyó la vocera en el documento—. En este diálogo y negociación somos conscientes de la necesidad de responder a las diversas dimensiones de la vida colectiva”. (Infobae)