“A grandes rasgos, el rito respeta lo que se sigue en un funeral de un Sumo Pontífice”, señaló el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, ayer, para dar a conocer los pormenores del libreto de la celebración de las exequias del Papa emérito, difundido por la Oficina para las Celebraciones Litúrgicas Pontificias.
De esta manera precisó también que la base es la misma, aunque añadió que existen algunos elementos que dan originalidad al rito y otros que faltan referidos a los más específicos de un Papa reinante.
EN TRES FÉRETROS
Cuando hoy a las 19:00 horas cierren las puertas de la basílica de San Pedro, donde está expuesto el cuerpo de Benedicto XVI, comenzarán a preparar el cuerpo para el sepelio. Sus restos serán puestos en un ataúd que antes del entierro será introducido en otros dos féretros, que se contienen el uno al otro, siguiendo el mismo rito que con un papa en activo.
Además, en el ataúd se introducirán algunas monedas acuñadas durante su Pontificado, la mitra vaticana y el rogito, un documento escrito en latín sobre la vida del difunto Papa que será leído durante la ceremonia y que se colocará dentro de un tubo de plomo.
Antes de cerrarlo, su rostro será cubierto con un velo de seda blanca, tal y como se hizo en el funeral de san Juan Pablo II el 2005. En aquella ocasión el funeral duró tres horas y fue presidido por el entonces Decano del Colegio Cardenalicio, el cardenal Joseph Ratzinger. (Europa Press).