Ian, uno de los más poderosos huracanes que ha golpeado a Estados Unidos continental en los últimos años, inundó comunidades y dejó a más de 2,6 millones de hogares y negocios sin electricidad en Florida.
El gobernador Ron DeSantis dijo que los condados de Lee y Charlotte, donde viven más de 900.000 personas, estaban “básicamente fuera de la red”.
Ian tocó tierra en Cayo Costa como un huracán de categoría 4 con vientos máximos sostenidos de 241 kilómetros por hora (kph), luego se debilitó hasta convertirse en una tormenta tropical, pero se espera que vuelva a fortalecerse y llegue mañana como un huracán a Carolina del Sur, dijo el Centro Nacional de Huracanes (CNH) de Estados Unidos.
La tormenta transformó el litoral suroccidental de Florida, salpicado de playas de arena, pueblos costeros y parques de casas móviles, en una zona de desastre, ya que Ian arrastró el agua del mar hacia las casas frente al mar.
“Los impactos de la tormenta son históricos y los daños que se produjeron fueron históricos”, dijo DeSantis durante una sesión informativa. “Nunca habíamos visto una inundación como ésta. Nunca hemos visto una marea de tormenta de esta magnitud”.
Hubo dos víctimas mortales no confirmadas relacionadas con la tormenta, dijo DeSantis. El total de muertos y heridos no estaba claro el jueves, ya que los trabajadores de rescate sólo estaban empezando a responder a las llamadas después de no poder salir durante la tormenta.
DeSantis dijo que 28 helicópteros estaban realizando rescates. También dijo que el puente a la isla de Sanibel -una isla en la costa del Golfo- fue severamente dañado y está intransitable.
Por otra parte, dos hospitales de la zona fueron evacuados y los pacientes fueron trasladados a terrenos más altos.
Al mediodía de ayer, los residentes de las zonas más afectadas, como Venice, situada en el condado de Sarasota, a unos 120 kilómetros al sur de Tampa, buscaban a sus familiares y amigos mientras los equipos de rescate trabajaban para llegar a las personas atrapadas en las casas inundadas.
Kurt Hoffman, sheriff del condado de Sarasota, comunicó a los residentes en una publicación de Twitter que habían recibido más de 500 pedidos de ayuda durante el día (Reuters).