Su partido, Comunes, denunció que Granda estaba «detenido» en México porque el presidente de Colombia, Iván Duque, había solicitado la reactivación de una circular roja emitida originalmente por autoridades paraguayas, que acusan al exguerrillero de secuestro, asociación criminal y homicidio doloso.
A su regreso, Granda ha corregido a su propia formación asegurando que no estuvo detenido y que solo se le impidió la entada a México, si bien sí ha incidido en que se trata de una nueva «provocación» que pone en peligro los acuerdos de paz suscritos hace ya más de cinco años, según Caracol Radio.
El Gobierno colombiano ha negado tener participación alguna en este incidente, mientras que desde Paraguay se ha criticado que Granda haya sido deportado sin más. Las autoridades de este último país le reclaman por su presunta colaboración con el Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP).
Las autoridades de México esgrimen que, tras varias horas detenido, decidieron no activar la circular roja contra Granda porque estimaban que gozaba de inmunidad gracias a los acuerdos de paz, según fuentes federales citadas por el diario mexicano “El Universal”.
Para el fiscal paraguayo Rogelio Ortúzar, fue una liberación «ilegal y sin fundamento alguno», ya que México habría violado el acuerdo bilateral de extradición. En este sentido, ha negado en declaraciones a “ABC Color” la versión de México: «El hecho de que la Interpol mexicana haya dado cuenta del conocimiento a Interpol Paraguay de que estaba detenido era suficiente como para que se inicien los trámites por los canales diplomáticos».
El fiscal cree que hay motivaciones políticas detrás de esta deportación acelerada, algo en lo que también coincide el ministro de Exteriores paraguayo, Euclides Acevedo. A juicio del canciller, habría surtido efecto la presión ejercida por los Comunes. (Europa Press)