Según la estadística del Sistema de Monitorización de la Mortalidad Diaria (MoMo) del Instituto de Salud Carlos III, las defunciones “observadas y estimadas” por causas atribuibles al exceso de temperatura tuvieron su pico máximo el 15 de julio, con 123 fallecidos, mientras que el 14 de julio, que se considera el momento álgido de la ola, la cifra fue de 93.
Desde el día 10, la tendencia ha sido ascendente, con 15 muertos estimados en esa jornada y prácticamente el doble (28) en la siguiente.
Los días 12 y 13 los decesos estimados por exceso de calor han seguido creciendo. De hecho, el pasado martes 12 la estadística identificó 41 fallecimientos por ese motivo y otros 60 el miércoles 13.
El objetivo de la estadística del MoMo es “identificar las desviaciones de mortalidad diaria observada con respecto a la esperada, según las series históricas de mortalidad”, y permite “estimar de forma indirecta” el impacto de cualquier evento de importancia en salud pública, explica en su web.
Las temperaturas más extremas que se están registrando en numerosos puntos del país desde el domingo comenzaron a remitir el viernes, si bien cinco comunidades autónomas -Aragón, Cantabria, Extremadura, Navarra y La Rioja- están en alerta roja, y otras siete en aviso naranja por temperaturas extremas. (EL Mundo, España)