La frustración y el enojo de los ciudadanos de la capital de China, Beijing empezó a recrudecer en los últimos días debido a las medidas extremas que comenzó a implementar el régimen para fortalecer su política de covid-19 cero, al encerrar con muros varias localidades de la ciudad.
China continúa aferrada a su estrategia de ‘covid cero’, que se basa en el aislamiento de todos los contagiados, estrictos controles fronterizos, pruebas PCR constantes y confinamientos donde se detectan casos y para esto, ahora le suman la edificación de muros que delimitan ciertas áreas dentro de la capital donde se registran mayor número de casos.
Las autoridades de Beijing prometieron acelerar la reapertura de algunos comercios para que los residentes puedan abastecerse, mientras que, al igual que sucedió en Shanghái el año pasado, algunos repartidores duermen en las calles porque sus edificios fueron confinados, quedando atrapados dentro de los muros construidos por el régimen.
Esta semana, la capital registró más de 5.000 casos positivos, mientras que el pasado fin de semana informó de tres fallecimientos después de seis meses sin muertes por covid-19 en toda China.
Las cifras oficiales chinas muestran un total de 5.232 fallecidos desde el comienzo de la pandemia, que posiblemente aumente en las próximas semanas pese a las restricciones y confinamientos anunciados en algunas ciudades para tratar de frenar el auge de casos.
También fueron cerrados ocho distritos de Zhengzhou (centro), ciudad que alberga la principal fábrica de ensamblaje de iPhone del país, en la que se han registrado violentas protestas en los últimos días debido a disputas a cuenta de las pagas extra que la propietaria de la planta, la taiwanesa Foxconn, había prometido a sus trabajadores tras el confinamiento dictado hace un mes.
Las restricciones también aumentan en otras zonas: en la provincia de Hunan (centro) y en ciudades turísticas como Sanya (sur) o Hangzhou (este), las autoridades prohibieron que las personas llegadas de otras partes del país entren a la mayoría de lugares públicos, sin importar si los resultados de sus pruebas PCR son negativos.
Recientemente, las autoridades nacionales anunciaron una relativa relajación de sus políticas anti-covid y criticaron prácticas llevadas a cabo en algunas ciudades como la de someter a la población a dos pruebas diarias.
Sin embargo, el aumento de los casos hizo que algunas ciudades que habían relajado sus restricciones con arreglo a las nuevas directrices hayan dado marcha atrás para volver a anunciar confinamientos o test masivos.
Seis millones de habitantes de Zhengzhou, conocida como “ciudad iPhone”, están confinados desde ayer, tras unos enfrentamientos entre la policía y los trabajadores de esa planta, que reclaman mejoras salariales.
Las autoridades ordenaron que los residentes de ocho distritos de Zhengzhou, en la provincia de Henan (centro), no abandonen la zona durante cinco días y erigieron vallas alrededor de los edificios de viviendas considerados de alto riesgo, y puntos de control para restringir los desplazamientos.
La orden llegó después de que centenares de empleados de la fábrica de iPhones de Foxconn, a las afueras de la ciudad, protestaran para reclamar mejores condiciones salariales. Ayer, se divulgaron nuevas imágenes de esas marchas. (Infobae)