Julia se formó el viernes pasado y tocó tierra en Nicaragua como un huracán de categoría uno en la escala de cinco de Saffir Simpson. El Gobierno de Daniel Ortega decretó la alerta máxima y aún no se dió un detalle claro de lo ocurrido, ya que según la vicepresidenta, Rosario Murillo, eso va a estar listo más adelante.
El Comité de Evaluación de Daños y Pérdidas se encargará de poner cifras a estos estragos, después de que varios ríos se hayan desbordado, según el oficialista Canal 6. Las clases quedaron suspendidas en principio hasta hoy, según el Ministerio de Educación.
Los Bomberos recuperaron el cadáver de una joven de 17 años arrastrada por la corriente en el departamento de Boaco.
En Honduras, las autoridades confirmaron al menos cuatro fallecidos, entre los que figuran una niña de seis años y su padre que perdieron la vida en la zona de La Mosquitia. En este mismo lugar falleció una tercera persona, mientras que la cuarta víctima es una mujer arrastrada por la corriente en Choloma, en el norte del país.
La Comisión Permanente de Contingencias (COPECO) advirtió que a pesar de que Julia ya dejó atrás Honduras, el país aún puede sufrir precipitaciones más fuertes de lo normal, especialmente en la zona sur y oeste.
Por su parte, el paso de la tormenta por El Salvador dejó como saldo también con numerosos daños y el desbordamiento de al menos ocho ríos. En total, los servicios de emergencia estiman que al menos diez personas perdieron la vida, entre ellos cinco militares salvadoreños sepultados por el derrumbe de una vivienda en la que se resguardaban en el municipio de Comasagua.
En Guatemala, el presidente Alejandro Giammattei decretó el estado de calamidad para tener más margen y tomar medidas urgentes con las que hacer frente a la emergencia. “Lo que más nos preocupa en estos momentos es el remanente de agua, y se esperan en las próximas 72 horas lluvias muy copiosas”, advirtió Giammattei tras celebrar un gabinete de crisis.
La Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) respondió a 224 incidentes que afectó a más de 450.000 personas. Las autoridades estiman que unos 167.000 hogares se han quedado sin suministro eléctrico.
Hasta la noche del lunes, los servicios de emergencia tenían confirmados al menos 13 fallecidos por el temporal. Cinco de estas víctimas corresponden a un deslizamiento de tierras en la zona de Panzos, en Alta Verapaz, mientras que otras tres murieron por otro deslave en Santa Eulalia, en Huehuetenango. (Europa Press).