El buque de guerra Moskva de Rusia fue alcanzado por dos misiles ucranianos antes de hundirse en el Mar Negro, dijo ayer un alto funcionario del Pentágono, calificándolo como un «gran golpe» para Moscú.
Al informar a los periodistas bajo condición de anonimato, el funcionario confirmó el relato de Kiev sobre el incidente, que según Rusia fue causado por la explosión de municiones a bordo.
«Evaluamos que lo golpearon con dos Neptunes», dijo el funcionario, refiriéndose a los misiles de crucero antibuque ucranianos.
Dijo que se creía que los ataques causaron víctimas, pero que era «difícil evaluar cuántos», y agregó que Estados Unidos había observado a los sobrevivientes que otros barcos rusos recuperaban en el área.
La hipótesis según la cual misiles ucranianos alcanzaron el buque de insignia ruso «Moskva», como reivindica Kiev, es creíble, coinciden algunos expertos, mientras que Moscú insiste en que el crucero se hundió tras un incendio.
En la madrugada del viernes, un ataque dañó gravemente una fábrica de misiles antibuque Neptune en la región de Kiev. El ejército ucraniano afirma haber usado este tipo de misiles contra el navío ruso, lo que apoyaría la hipótesis de que el navío fue alcanzado por ellos.
En cambio, Rusia asegura que su navío lanzamisiles de 186 metros de eslora fue «gravemente dañado» por un incendio que provocó la explosión de sus municiones.
El «Moskva» naufragó mientras era remolcado al puerto de Sebastopol, «en condiciones de mar agitado», según el Ministerio de Defensa ruso, citado por las agencias rusas. Una versión de los hechos que pone en duda el jubilado general estadounidense Mark Hertling en Twitter, al destacar «vientos de 6km/h y un poco de lluvia estas 24 últimas horas en la región de Sebastopol».
El portavoz del Pentágono John Kirby se abstuvo de confirmar el jueves el origen del incendio del «Moskva» y consideró «posible que lo hayan alcanzado con un misil Neptune», que dispone de «un alcance suficiente para alcanzar el Moskva».
Este misil antinavío ucraniano entró en servicio en marzo de 2021 en las fuerzas ucranianas, según la prensa ucraniana. El Neptune es una evolución del misil antibuque soviético Zvezda Kh-35, con un rendimiento significativamente mejorado.
Disparado desde una batería en tierra, este sistema de defensa costera tendría un alcance de unos 300 kilómetros. El misil solo desenmascara su radar cuando llega cerca de su objetivo, para protegerse así al máximo de las contramedidas enemigas, explica una fuente militar occidental.
Estas contramedidas pueden ser de dos tipos. La primera, interfiriendo el radar del misil (guerra electrónica) y la segunda, destruyendo el misil con proyectiles disparados por un sistema de armamento de proximidad del tipo estadounidense Phalanx, llamado Duet en su versión rusa.
Se desconoce si el “Moskva” contaba con uno de estos dispositivos.
Pero lo que sí se sabe es que «las defensas antimisiles del Moskva eran viejas», según Eldon Sutton, experto en el Instituto naval estadounidense.
«Al parecer, el Moskva es el único buque de su clase que sigue en servicio y que durante su modernización no recibió nuevos radares capaces de detectar eficazmente objetivos de bajo vuelo, como los misiles antibuque Neptune», señala el sitio web de noticias ruso Meduza, con sede en Letonia.
Además, «el crucero Moskva había estado haciendo movimientos relativamente predecibles en el mar Negro» desde el comienzo de la invasión rusa, lo que constituía otro factor de vulnerabilidad, según el experto Sutton.
«La pregunta es por qué Rusia mantenía este barco tan cerca de la costa sin saber si los misiles antibuque Neptune ucranianos estaban en uso», añade Rob Lee, experto del Foreign Policy Research Institute (FPRI) de Washington. (INFOBAE)