Las infraestructuras energéticas de Ucrania fueron dañadas por la serie de ataques rusos que golpearon el país desde principios de octubre, indicó ayer el primer ministro ucraniano, Denys Chmygal.
«Casi la mitad de nuestro sistema energético quedó fuera de servicio», declaró Chmygal en una conferencia de prensa en Kiev junto al vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis.
El presidente, Volodímir Zelensky, había señalado antes que más de 10 millones de personas están sin electricidad en el país.
La mayoría de los ucranianos sin servicio eléctrico se encuentran en las regiones de Vinnytsia, Odesa, Sumy y Kiev, donde se hace lo posible para normalizar el suministro, según el mandatario, quien explicó que siguen las paradas de emergencia, además de las de estabilización planificadas.
En su habitual discurso nocturno, Zelensky explicó que en Dnipro decenas de personas resultaron heridas como resultado de un ataque con misiles, mientras que en Zaporizhia continúa la limpieza de los escombros de un edificio residencial que fue destruido por los bombardeos rusos de la pasada noche.
“La lista de muertos incluye a siete personas. Desafortunadamente, este número puede aumentar», señaló.
El presidente ucraniano también dijo que las fuerzas de defensa ucranianas habían lograron derribar seis misiles de crucero rusos y cinco Shaheds.
En la región de Odesa (sur), los rusos atacaron una infraestructura y tres personas resultaron heridas, según la administración regional.
Rusia también bombardeó la región de Kharkiv (noreste), indicó su gobernador, Oleg Synegubov, quien precisó que los ataques alcanzaron «infraestructuras críticas» y que al menos tres personas resultaron heridas.
Los bombardeos de estos últimos días se produjeron después de que las fuerzas rusas se vieran obligadas a retirarse de Kherson (sur) por una contraofensiva ucraniana.
Dmytro Lubynets, encargado de temas de Derechos Humanos en el Parlamento ucraniano, denunció un nivel horroroso de torturas en Kherson durante los ocho meses de ocupación rusa.
“Decenas de personas sufrieron descargas eléctricas y golpes con tubos de metal. Les rompían los huesos y los rusos lo grababan todo, aseguró Lubynets. (Infobae).